Táchira, centro neurálgico de operadores de la guerra económica contra Venezuela

Tal es el descaro del presidente Juan Manuel Santos, que lanzó recientemente duras críticas a Maduro y dijo que "la actualidad de Venezuela afecta directamente a Colombia" exponiendo sobre "crisis humanitaria" y "cambio de gobierno en Venezuela"

Táchira, centro neurálgico de operadores de la guerra  económica contra Venezuela

Autor: Pedro Pérez

El contrabando de extracción de la moneda venezolana y a la imposición de tasas del dólar especulativo, entre otros flagelos que forman parte de la guerra económica contra Venezuela, ha tenido el estado Táchira como un centro neurálgico de operadores de las mafias financieras.

Ubicado en los Andes venezolanos, y dada su cercanía con la frontera con Colombia, ha sido además una localidad en la que se ciudadanos de nacionalidad colombiana y también venezolana, bajo la figura de “bachaqueros”, contrabandean alimentos de primera necesidad subsidiados por el Estado pero que, a través de estas cadenas mafiosas, son acaparados y luego vendidos de forma ilegal con especulación y sobreprecio, afectando el poder adquisitivo del pueblo.

Por mencionar solo cifras recientes, el Gobierno nacional, a través de la autoridad del Ministerio del Poder Popular para la Agricultura Urbana y Coordinador Nacional de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), a cargo de Freddy Bernal, y la Operación policial Manos de Papel, decomisó el pasado viernes cerca de 300 toneladas de alimentos en dos mercados populares de la población de Rubio, donde también fueron detenidas 33 personas.

En este operativo se hallaron además algunos bultos con importantes cantidades de dinero venezolano que se enviaban a Colombia, con la intención de vender el papel moneda. En La Grita, municipio Jáuregui, de la misma entidad andina, fueron halladas más de 200 toneladas de alimentos.

De acuerdo con medios del Gobierno nacional, “en uno de los operativos de inspección resultó muerto el ganadero de la zona Manuel Tarazona (alias «Cocha») luego de enfrentarse armado a las autoridades que iban a detenerle por financiar grupos paramilitares de la frontera”.

Bernal afirmó que a Tarazona «se le daba guía para matar a 800 animales al mes y solo 200 eran vendidos en Rubio, y 600 iban hacia el contrabando de extracción por las innumerables trochas que hay en la frontera colombo-venezolana. Él era de los que colocaba los marcadores de precio para el ganado, huevos y otros productos en la región tachirense».

Días antes, en el mismo estado Táchira, se ejecutó la llamada Operación Dron, que arrojó como resultado inicial la detención de 11 personas por el contrabando de gasolina hacia Colombia. En ese entonces fueron allanados 13 concesionarios, donde se incautaron 490 vehículos: 27 de carga, 37 de lujo, cuatro autobuses, dos furgones, 39 motocicletas, cuatro lanchas, dos motos de agua y 183 vehículos livianos.

Tales acciones policiales se ejecutan desde que se agudizó la guerra económica emprendida desde EEUU con el bloqueo financiero y la imposición del dólar especulativo, con la intención de boicotear la realización de las elecciones presidenciales convocadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE) para el próximo 20 de mayo.

“El rol de estas mafias comerciales y cambiarias no es otro que dinamizar el ataque a la economía, están imbricadas en toda actividad delictiva que contribuye al deterioro del poder adquisitivo y acceso de la población a bienes y servicios. De allí que la Operación Manos de Papel, que comenzó golpeando a un portal web que publicaba precios especulativos de las divisas, continuó con el desmantelamiento de mafias contrabandistas de gasolina y efectivo, luego ha ido desmontando estructuras mafiosas en bancos, oficinas gubernamentales, concesionarios, mercados populares y casas de cambio ilegales”, detalla un reportaje publicado en Misión Verdad.

Estos ataques a la economía venezolana cuentan con el aval del gobierno colombiano, como lo ha denunciado en múltiples ocasiones el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro. Colombia ha sido señalada por el gobierno revolucionario de eludir su responsabilidad ante las actividades ilegales que perjudican la economía venezolana.

Tal es el descaro del presidente Juan Manuel Santos, que lanzó recientemente duras críticas a Maduro y dijo que «la actualidad de Venezuela afecta directamente a Colombia» exponiendo sobre «crisis humanitaria» y «cambio de gobierno en Venezuela», pero sin mencionar, por ejemplo, la participación activa de su gobierno en actividades como la extracción de billetes que es parte del ataque a la moneda venezolana que busca producir dicha crisis.

En el marco de las primeras acciones de la Operación Manos de Papel, el vicepresidente ejecutivo de la República Tareck El Aissami afirmaba que «todas estas redes vinculadas a las mafias tienen el amparo y la protección del gobierno colombiano, del presidente Juan Manuel Santos; forman parte de las redes criminales que nos atacan permanentemente desde Colombia, en complicidad con algunos sistemas financieros y así lo denunciamos».

Pero los intentos por desmoralizar al Gobierno y pueblo venezolano no se quedan solo en el terreno económico y en la región andina, pues el flagelo hace réplica en otras latitudes de la nación, lo que sirve de insumo mediático para la propaganda nacional e internacional de desprestigio contra Venezuela, bajo el relato de la supuesta «crisis humanitaria», para fomentar una intervención extranjera.


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