Cuando Vincenzo Torriani, el antiguo patrón del Giro de Italia incluyó en 1990 “El Mortirolo” como la decimoquinta etapa del Giro Moena-Aprica que asciende hasta 960 metros de altitud, con pendientes que alcanzan el 15 por ciento, convirtió al joven escalador venezolano Leonardo Sierra, que arribó en primer lugar en un mito de la escalada.
Al día siguiente, en el Corriere della Sera, Marzio Breda escribe: “Sierra que se cae, logró salvarse, reanudar la carrera y ganar la etapa (…)Virando hacia el horror tratando de salvar la piel”.
El Corredor venezolano, nativo de Santa Cruz de Mora, estado Mérida sorprendió al calapié europeo con una extraordinaria actuación, apenas debutando en el plano internacional. Sierra el 3 de mayo de 1990 ganaba la décima quinta etapa del Giro sobre sus rivales a Alberto Volpi de Italia y Boyer de Francia al cubrir los 223 kilómetros entre Moena y Aprica en 7 horas, 16 minutos, 58 segundos con una velocidad promedio de 30,6 kilómetros por hora.
Sierra se escapó del grupo a 110 kilómetros antes de acabar la carrera, y durante todo ese recorrido se mantuvo en solitario. Ya el venezolano había mostrado destellos al ocupar un séptimo puesto en la etapa anterior. Leonardo Sierra, el “Tigre de Mamporal” profesional de 1989 a 1995 siempre en equipos italianos, destacó en las carreras italianas ganando el Giro del Trentino, el Giro del Friuli, el G. P. Industria y Comercio de Prato y una etapa del Giro de Italia 1990.
Se clasificó décimo de esa edición y séptimo en la clasificación general del Giro de Italia 1991. Ganó también la Vuelta al Táchira (1993) y se erigió tres veces campeón de Venezuela en ruta, de 1991 a 1993.
Resultados en las grandes vueltas Giro de Italia 1990 : 10º, ganador de etapa 1991 : 7º 1992 : abandono 1993 : 39º 1994 : 63º Tour de Francia 1993 : 34º 1995 : 50º
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