Artistas rechazaron en Cannes la masacre israelí en Gaza

La actriz libanesa Manal Issa alzó un cartel en el Festival internacional que decía "Paren el ataque a Gaza" como muestra de solidaridad a las victimas de las protestas en Palestina. La protección ambiental y las detenciones ilegales en Chile han sido presentadas este miércoles en cintas cinematográficas para dar a conocer la realidad y, a su vez, generar reflexión en el mundo

Artistas rechazaron en Cannes la masacre israelí en Gaza

Autor: Nelytza Lara

El Festival de Cannes sirvió de escenario para repudiar la matanza en Palestina.  El cineasta palestino Annemarie Jacir  y la actriz libanesa Manal Issa expresaron su solidaridad con las 60 personas asesinadas en la Franja de Gaza durante las protestas por el traslado de la embajada de los Estados Unidos a Jerusalén.

La actriz libanesa llevó un cartel con un mensaje en el que se leía «Paren el ataque en Gaza».

«Hoy, estamos de pie aquí en solidaridad con la gente que ha perdido sus vidas y seres queridos. Quiero que cada uno sostenga sus manos y muestren que nosotros tengamos una conexión humana el uno con el otro y nos opongamos ser deshumanizados y hechos callar«, dijo la actriz lbanesa en el estreno prominente de Solo: Una Historia de Guerra de las galaxias.

Cambiando de tema, Islandia ha marcado su impronta en la Semana de la Crítica del Festival de Cannes con «Woman at war», película en la que Benedikt Erlingsson retrata a una mujer que se toma la justicia por su mano en favor de la naturaleza.

Su heroína, Hanna, Quijote de la mundialización interpretada por Halldora Geirharosdottir, le declara la guerra a la industria local de aluminio y sabotea la red eléctrica del país para preservar sus descomunales paisajes.

Erlingsson confía en que esta plataforma contribuya a expandir su llamamiento contra el orden establecido y advierte de que «no es suficiente una sola protesta y copar el protagonismo de los medios porque el sistema tiene los recursos para ganar la batalla a largo plazo«.

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Actores y actrices posan para las cámaras. Foto Twitter @evertvoice

Por otra parte, El francés Stéphane Brizé gustó mucho más político de los últimos años con «En guerre», una película que complementa su anterior trabajo, «La loi du marché», dando otra visión de los conflictos sociales, esta vez centrado en un colectivo de trabajadores y no en un individuo.

Protagonizada de nuevo por Vincent Lindon -que ganó el premio de interpretación masculina en Cannes por «La loi du marché» en 2014-, Brizé ha querido demostrar que la ficción tiene legitimidad «para aclarar lo que no cabe en los reportajes periodísticos».

Porque aunque tiene un inicial tono de documental y utiliza actores no profesionales, Brizé ha querido transmitir una idea de realidad pero a la vez ahondar más en casos que en las noticias pronto desaparecen.

«Además la cámara de cine puede llegar a sitios donde los reportajes no llegan», dijo en rueda de prensa Brizé, que destacó que «la ficción sirve para contar la realidad», que es justamente el tipo de cine que él realiza.

Si en «La loi du marché» contaba la historia de un hombre (Lindon) que había perdido su trabajo, ahora ese mismo actor es el protagonista como el líder de los trabajadores de una fábrica ubicada en Francia contra la central alemana, que pretende cerrarla pese a que obtiene beneficios.

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El elenco de ‘Solo’: a Star Wars Story. Foto: Colin Campbell @CcampFx

Detenciones ciudadanas en Chile llegó con el corto «Rapaz»

El cineasta chileno Felipe Gálvez acercó a Cannes las detenciones ciudadanas habituales en su país con «Rapaz», cortometraje que ahonda en la violencia y el morbo de esa justicia del pueblo.

La cinta, de 13 minutos de duración, tuvo su estreno mundial en la Semana de la Crítica, sección paralela del famoso certamen cinematográfico.

«En Chile las detenciones ciudadanas no son legales y por lo tanto no están normadas, por eso no existe ningún tipo de límite. Me pareció interesante meterme en este mundo para cuestionarlo», relató el director Gálvez.

Tomó como inspiración los vídeos de la cuenta «Detenciones Ciudadanas 2.0» colgados en Youtube y con esos diálogos y los distintos casos formó su propio collage, que muestra cómo un grupo de gente arresta a un joven acusado de robar un teléfono móvil. El director jugó con el sensacionalismo de esas grabaciones y, al igual que estas, hizo la suya en vertical.

Por su parte, el estadounidense David Robert Mitchell llegó con la etiqueta de director de culto y ahondó en ese concepto con el que es su tercer largometraje, «Under the Silver Lake», un filme que él describió como «un misterio» y que es imposible de clasificar.

Protagonizada por Andrew Gardfield, que está en casi todos los planos de la historia, el cineasta muestra en esta especie de comedia negra una visión muy particular de Los Ángeles y lo hace con una narración con una frágil frontera entre el sueño y la realidad.

«Es cada vez más difícil ser original» en el cine, afirmó el realizador. «Para mí se trata simplemente de plantear preguntas, ¿crees en el amor, en el arte?, ¿crees en el dinero, el poder, el confort material? Se trata de una elección individual», agregó.

En este caso ha optado por su personal arte con una película que está claramente inspirada en el cine de David Lynch y que ha encantado a unos pocos en Cannes, aunque a la mayoría de quienes la han visto les ha dejado frío.

México presentó su nueva generación

México enseñó una muestra de su nueva cinematografía, que tuvo como embajadores a cuatro cortometrajes de estilos y temática variada.

«Lo que nunca se dice bajo el sol», de Eduardo Esquivel; «Vuelve a mí», de Daniel Nájera; «Aguas tranquilas, aguas profundas», de Miguel Labastida, y el documental «Tierra de brujas, mar de sirenas», de Delia Luna Couturier, llegaron a la Costa Azul de la mano del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).

La alianza entre Cannes y Morelia se remonta a la génesis de este último, en 2003, cuando se acordó que el FICM proyectaría las películas de la Semana, y dos años después se abrió el camino inverso con una selección de proyectos mexicanos.

«Estamos muy bien representados. Me da muchísimo gusto que sea la gente joven la que se está beneficiando con esto«, explicó a Efe la directora del FICM, Daniela Michel.

La Semana, apartado paralelo de Cannes creado en 1962 por el Sindicato Francés de la Crítica de Cine, está consagrada a descubrir jóvenes promesas, de quienes proyecta sus primeros o segundos largometrajes, y apostó en su día por Guillermo del Toro o Alejandro González Iñárritu.

Los cortometrajes, según Michel, sirven de detector de los nuevos talentos, y los cuatro seleccionados reflejan el buen momento que a su juicio atraviesa el cine mexicano, con «una producción muy diversa, muy numerosa, de muchísima calidad y un público muy ávido».


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