Sin embargo, en la carta pública no se reveló el paradero de los restos del líder Marcelo Quiroga de Santa Cruz y de corriente izquierdista, quien se convirtió en la víctima emblemática de la dictadura, además de que sus restos aún no han sido localizados.
En la carta, el exdictador culpabiliza a terceras personas por sus acciones. Igualmente, el abogado Campero expresó su intención de colaborar con los fiscales que adelantan las averiguaciones de las desapariciones de Quiroga y de otros dirigentes contrarios a las dictaduras.
El pasado 29 de abril y a los 89 años falleció el exdictador de tres infartos en el hospital Cossmil de La Paz, recinto donde cumplió gran parte de su condena, en el cual la justicia del país neogranadino lo sentenció a 30 años de prisión, sin derecho a indulto por la masacre a ocho dirigentes ejecutados bajo su gobierno de facto (1980-1981) y por daño económico al Estado.
García Meza llegó a la presidencia de la República de Bolivia, luego de perpetrar un golpe de Estado el 17 de julio de 1980, donde resulta derrocada la mandataria Lidia Gueiler, situación que derivó en un sistema de gobierno represivo y actos de corrupción.
El militar fue extraditado de Brasil en marzo 1995; y en enero de 2017, un tribunal de Italia lo condenó junto a otros seis exmilitares de Chile, Perú y Uruguay por la desaparición de varios italianos a través de la implementación del Plan Cóndor.Por su parte, la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Mártires por la Liberación Nacional de Bolivia expresó su descontento por la muerte del exdictador, quien falleció sin cumplir verdaderamente una condena.