Tras la represión hay paro general en el subterráneo de Buenos Aires

La representación sindical decidió ir a huelga en todas las líneas del Metro luego que la respuesta de las autoridades vinculadas al gobierno de Macri fuese únicamente la represión

Tras la represión hay paro general en el subterráneo de Buenos Aires

Autor: Chevige González Marcó

La brutal represión policial en los túneles de la estación Las Heras de la línea H del subterráneo (metro) de Buenos Aires y la detención de una quincena de delegados de la Asociación Gremial de los Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP), desató un paro general que involucra a todas las líneas del subte (metro). El desenlace abrupto, es el resultado de un largo conflicto por la representación gremial de los trabajadores que, en última instancia, es lo que explica que luego de haberse sellado un acuerdo paritario con la firma de la parte sindical se desataran una serie de medidas de fuerza que ya llevan más de un mes.

El mencionado acuerdo (aumento del 15% en tres cuotas) se realizó en una mesa de negociación sin la presencia de los representantes de la Asociación Gremial de los Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP), conocidos como “Metrodelegados”, que son los que efectivamente tienen la capacidad de tomar medidas de fuerza con el apoyo y acatamiento de los trabajadores.

La AGTSyP, de hecho, surgió luego de un masivo plebiscito realizado en el año 2009, donde los entonces delegados de la UTA pusieron a consideración de la base de los trabajadores la fundación de un nuevo sindicato, sin la injerencia de la conducción nacional del sindicato entonces, como hoy, en manos de Roberto Fernández. Aquellos delegados, en el año 2002, habían conquistado la jornada de 6 horas por insalubridad.

El pronunciamiento en el plebiscito fue casi unánime: 98,8% de los 1796 sufragios de un total de 2661 trabajadores empadronados se pronunciaron por un nuevo sindicato.

La UTA eligió a sus delegados en elecciones minoritarias e intentó defender una mayoría en la representación que nunca pudo demostrar frente a las autoridades. Durante un largo período los representantes formales de la UTA firmaron las paritarias con la sola presencia de los Metrodelegados que, en virtud de su simple inscripción, tenían derecho a elegir delegados y tomar medidas gremiales pero no de firmar paritarias.

El 13 de marzo de este año, sin embargo, la Corte Suprema dejó firme un fallo de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo que dio lugar a una impugnación de la UTA a la decisión del Ministerio de Trabajo alegando que había sido vulnerado su derecho a presentar pruebas. La personería gremial quedó suspendida y se impidió a los representantes de la AGTSyP de participar de la negociación salarial.

A partir de allí se profundizó una escalada contra los delegados que, para repudiar el acuerdo del 15% (diez puntos por debajo de la inflación esperada), decidieron dar inicio a un plan de acción que consistió en la apertura de molinetes y paros rotativos de dos horas por línea. La empresa decidió suspender a 89 trabajadores con descuentos sobre el salario de hasta 35 días y dio inicio a un pedido de desafuero de varios delegados.

El patrono buscó su acomodo

La decisión patronal, con evidente aval del gobierno, pasa por alto que la suspensión de la personería gremial no implica la caída de la simple inscripción de la AGTSyP que conlleva su legítimo derecho a desenvolver medidas de acción gremial.

El pasado 17 de mayo, en el marco de la inauguración de la estación Facultad de Derecho de la línea H, el presidente de la nación declaró que “una Argentina más justa es que todos trabajamos la misma cantidad de horas”,  en una abierta provocación a los empleados del subterráneo en general y a la AGTSyP en particular.

La represión de hoy

“A partir del mediodía paran todos los subtes”, afirmó a los gritos Roberto Pianelli, secretario general de la Asociación Gremial de los Trabajadores del Subte y Premetro, luego de que la Policía de la Ciudad desocupara a la fuerza los andenes de la Línea H donde los trabajadores mantenían una protesta y detuviera a 16 trabajadores.

El paro total del servicio en las líneas E y H había sido convocado hasta las 12 del mediodía en el marco de un plan de medidas iniciado hace varias semanas, en repudio al aumento paritario del 15 por ciento pautado por Metrovías y la UTA. Sin embargo, el Gobierno porteño (en manos del partido de Macri, Cambiemos) intentó sabotear la medida y envió a la policía a los andenes. Hubo empujones, golpes, balas de goma y 20 trabajadores del subte detenidos, entre ellos el líder de Metrodelegados, Néstor Segovia.

Segovia quedó detenido en la comisaría 30 de la ciudad de Buenos Aires, junto a Flavio Baigorria, Ariel Delatorre, Ariel Leguizamon, Cristian Landaburu, Manuel Compañez, Daniel Romano y Emanuel Gutierrez. Los otros ocho detenidos fueron alojados en Combate de los Pozos 155. Ellos son: Claudio Rosas, Hugo Gimenez, Leonardo Gimenez, Marcos Robledo, Noelia Rodas, Carlos Pena, Gregorio Soria y Carlos Toledo.

“Nos tiraron balas de goma”, avisó otro de los metrodelegados, cuando la medida de fuerza recién había comenzado en las líneas E y H. “Estamos rodeados por la policía. Hubo incidentes, empujones y balazos de goma. Lo que están tratando de hacer es aberrante, porque están intentado impedir que usemos nuestro derecho constitucional a protestar y hacer huelga. Nos están queriendo sacar de nuestros puestos de trabajo a la fuerza”, sostuvo Claudio Dellacarbonara desde la Línea H.

La tensión entre la policía y los metrodelegados fue escalando y terminó con los efectivos avanzando a la fuerza sobre los trabajadores. En los videos que grabaron los propios delegados del subte se escuchan los tiros y se ve a los uniformados ocupar las vías y empujar a los operarios para llevarlos fuera del andén.


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