El párroco de la localidad de Villa Prat, ubicada en la comuna de Sagrada Familia, Sergio Díaz, manifestó su molestia tras la reunión sostenida por el obispo de Talca, Horacio Valenzuela -uno de los formados por Karadima- junto a 40 sacerdotes de la zona en la casa de ejercicios de Rauquén.
«Estoy molesto, dolido y ‘choreado’. Horacio (Valenzuela, en la foto), está jodido, está muy dañado, confundido con todo lo que está pasando», comenzó diciendo tras la reunión Sergio Díaz, citado por radio Cooperativa.
Sobre la denuncia, el religioso especificó que «en Linares hay un chiquillo abusado por un cura y el obispo de allá no le contesta el teléfono (Tomislav Koljatic, otro de los formados por Karadima) a un ‘cauro’ que fue abusado, está denunciado en la diócesis de Linares, él la tiene (Koljatic) y no le prestan ayuda. Hay que sanar esto con la verdad», expresó Díaz, también conocido en la zona como el cura «campesino».
«Yo le pedí a Horacio (Valenzuela) que se fuera, el Papa le va a cortar la cabeza igual, yo se lo he pedido en público ahora y también en privado. Él está muy confundido, muy herido y en este momento no tiene capacidad de decidir, está muy dañado por Karadima al igual que todos los curas que formó», agregó Díaz.
Finalmente, ante la anunciada separación de funciones del cura del Colegio Integrado de Talca, Marlo Beltrán, por «conductas impropias» y el supuesto embarazo de una estudiante menor de edad, el sacerdote manifestó que «a nosotros se nos dijo que lo habían separado, que estaba en crisis, en un año de discernimiento, que no está ejerciendo y fue separado, nunca habló de eso, si es así deben denunciarlo».