En Los Leones hay 22 niños en edad de asistir a un jardín infantil y el más cercano está en Lliu Lliu, distante 2 kilómetros. La zona es de agricultores y parcelas; se cultivan tomates, limones, entre otras variedades frutales. Por ello es que surgió la iniciativa de construir un centro educativo para los niños de más corta edad en el que los padres sean partícipes de la educación de su hijos.
Para ello se juntaron el martes 23 de diciembre en una cancha del sector Los Leones, Limache, en la primera reunión que junto a niños, padres y educadores. Conversaron sobre sus ideas respecto de la formación de los niños, su desagrado con la formación entregada en los jardines infantiles de la JUNJI y el deseo de ser parte de la formación de sus niños.
El centro educativo se deriva del Proyecto de Mejoramiento de la Infancia, del FOSIS, y debiera estar en mayo habilitado. Los ejes centrales de la iniciativa persiguen el rescate cultural, la identidad y los saberes de la localidad.
Pese a la precariedad de los aportes públicos, los que alcanzan el millón y medio de pesos para la implementación de la sala de cuna y sus materiales, el ánimo de los padres está dispuesto a construir ellos mismos las salas, los baños y gestionar los recursos para la implementación del centro educativo.
El monto total del proyecto alcanza los 7 millones 600 mil pesos.
Como el proyecto conlleva habilitar un lugar para centro educativo de niños, para lo que ya la junta de vecinos preparó el terreno en donde se edificará. Ya se adquirió una cabaña al Hogar de Cristo. Las familias participantes contribuirán con la mano de obra.
Mónica Villalón, educadora de párvulos, rescata el rol que ha tenido la junta de vecinos del sector, sobre todo considerando que se busca el “desarrollo social y potenciar a la comunidad como un actor social dentro del rol educativo”.
Villalón cuenta que su experiencia levantando centros educativos gestionados por la comunidad, le ha demostrado que en las comunidades rurales hay más participación y compromiso.
Hortensia Olmedo, presidenta de la Junta de Vecinos Los Leones de Limache: “Hay muchos papás que trabajan en la tierra y desean participar en el proceso educativo de sus hijos, para que no pierdan las tradiciones campesinas”.
Margarita López, mamá de Rodolfo (3 años), considera que “es el espacio para que sigamos siendo educadoras de nuestros hijos. Vivimos cerca y me gusta este proyecto porque o sigue un esquema rígido, también se apoya en prácticas locales como el trabajar la tierra”. Agrega que lo fundamental es “implicarse en la formación temprana de mi hijo, para así desarrollar una idea de vida estando presente”.
Ana Figueroa, mamá de Catalina (2 años) comenta que “es la oportunidad de compartir con nuestros hijos. Es levantar el centro educativo, construirlo y no esperar que esté todo hecho”.
Francisca Gallegos, profesora de Historia y mamá de Inti y Julián, comenta que “juntarse varios papás para educar a sus hijos es una idea fascinante. Hay todo por hacer. Queremos definir qué es lo que queremos que los niños aprendan en conjunto”.
Respecto a los contenidos de enseñanza de la educación formal, Gallegos considera que estos “no respetan los procesos actuales de aprendizaje de los niños y se limitan a cumplir un esquema que se basa en la mera entrega de contenidos”.
Tanto Gallegos como Villalón, concuerdan que el proyecto debe escuchar y atender las demandas de los propios niños y evitar la arrogancia de los adultos a la hora de definir procesos educativos”.