A solo horas para que el pueblo colombiano elija a su próximo Presidente de la República, en un proceso electoral donde la sombra del fraude está presente, y ha sido denunciada por los propios candidatos.
El 18 de mayo, el aspirante por el Movimiento Progresistas, Gustavo Petro, acusó al actual mandatario neogranadino, Juan Manuel Santos, de propiciar un fraude a favor de su exvicepresidente, el también candidato Germán Vargas Lleras.
Explicó que las irregularidades se puede hacer de dos maneras: «o se hace en las mesas con los jurados y/o se hace en el software que cuenta los resultados», señaló en una entrevista que concedió al portal colombiano Publimetro.
En el debate presidencial organizado por los medios de comunicación El Tiempo y W Radio, que se celebró este jueves 24 de mayo, las denuncias de un presunto fraude fueron un punto álgido.
Petro denunció que «al interior de la Registraduría hay mafias», y aseguró que «en Colombia el derecho a elegir y ser elegido no existe. El sistema electoral colombiano está podrido», recoge este viernes el portal colombiano El Tiempo.
Lleras, por su parte, le salió al paso a los comentarios, y aseguró que sí hay garantías, informa también este medio.
Mientras, Sergio Fajardo, del partido Compromiso Ciudadano, criticó al Consejo Nacional Electoral, al considerarlo como una expresión del clientelismo, reseña el Espectador.
Una denuncia nada nueva
En Colombia, las denuncias de fraude han sido una constante en las elecciones, y aún así el Gobierno de ese país se atreve a decir que no reconocerá los los resultados de los comicios presidenciales celebrados en Venezuela el 20 de mayo, cuya transparencia ha sido reconocida por más de 300 acompañantes internacionales, jefes de Estados, partidos políticos y organizaciones sociales del mundo. Es un proceso donde, además, se realizaron 16 auditorías, antes, durante y después de la jornada.
Una muestra de que las denuncias de fraude son la regla en el país vecino se evidenció el 11 de marzo, cuando se celebraron las elecciones legislativas e interpartidistas. Los candidatos que participaron cuestionaron las irregularidades presentadas durante el proceso, al que calificaron como fraudulento, y mencionaron la falta de tarjetones en cuatro ciudades (Medellín, Bucaramanga, Cali y Bogotá), lo que obligó a sufragar con tarjetas fotocopiadas.
Uno de los señalamientos fue de la precandidata a la Vicepresidencia Marta Lucía Ramírez —compañera de fórmula del candidato presidencial Iván Duque—, quien dijo que por estas opacidades Santos «debería renunciar hoy mismo».
En 2006 salió a la luz un supuesto fraude cometido en las presidenciales de 2002, donde resultó ganador el representante de la derecha Álvaro Uribe Vélez.
El fraude habría sido cometido con la participación de paramilitares que ejercen influencia en la región de la costa norte, quienes aportaron cerca de 300.000 votos al resultado con el que Uribe fue elegido, denunció en ese momento Rafel García, ex miembro del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), reflejó en aquel año la revista Semana.
El fantasma del fraude también estuvo presente en las elecciones de mayo de 2010, donde Santos resultó ganador. La Misión de Observación Electoral (MOE) denunció la compra de votos a favor del actual Presidente, entonces candidato del Partido de la U, en los departamentos de Antioquia (oeste), Cauca (suroeste) y la capital, reflejó en ese entonces Europa Press.
En las elecciones presidenciales de 2014, fue el propio Uribe quien acusó a su sucesor de promover un fraude.
En junio, se celebró la segunda vuelta presidencial, donde resultó electo Santos. Días antes, Uribe había denunciado la compra de votos en Barranquilla. Dijo que a favor de su exministro se habían pagado entre 30.000 y 50.000 pesos (entre 16 y 26 dólares) por sufragio, reseñó en esa oportunidad el portal español Ecodiario.
El 15 de junio, Santos triunfó en la segunda vuelta, y un día después, Uribe volvió a insistir en que hubo fraude contra el abanderado del Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga.
«El Gobierno de Santos impulsó la mayor corrupción de la historia caracterizada por abuso de poder, compra de votos, oferta de dineros del Gobierno a alcaldes y gobernadores para forzarlos a intervenir ilegalmente en la campaña», denunció en esa oportunidad el exmandatario -constantemente arremete contra Venezuela-, citó el diario español El Mundo.
Han pasado cuatro años y el fantasma del fraude aún sigue presente en la tierra de Francisco de Paula Santander. Es un país donde la abstención en las últimas cuatro décadas ha rondado cerca del 60%.