¿Por qué a Trump le ha dado miedo reunirse con Kim Jong-un?

Donald Trump ha rechazado reunirse con Kim Jong-un porque le dio miedo una reunión "que no le daba ninguna razón para declararse a sí mismo ganador", analiza Sputnik

¿Por qué a Trump le ha dado miedo reunirse con Kim Jong-un?

Autor: Manuel Lopez

La cumbre más esperada del año al final no se celebrará. Donald Trump ha rechazado reunirse con Kim Jong-un. Para el periódico ruso Vzglyad, el presidente estadounidense ya ha agotado toda posibilidad de hacer promesas sin fundamento y de hacer publicidad de sí mismo y una reunión en igualdad de condiciones no le sale a cuenta al estadounidense.

Las declaraciones hostiles y de tremenda ira a las que se refería el presidente estadounidense, motivo suficiente para cancelar la reunión, salían el día anterior de boca de la viceministra de Exteriores norcoreana, Choe Son Hui, quien avisaba a Estados Unidos de que Corea del Norte «también puede hacer que EEUU saboree una tragedia como nunca ha experimentado ni imaginado hasta ahora», según publicaba la agencia de noticias estatal norcoreana.

Choe Son Hui solo respondía a las amenazas que desde Washington lanzaron a Pyongyang y que se hicieron oír durante estos últimos días por parte del dirigente estadounidense. Amenazas de guerra.

Si por un lado primero Trump insinuó que a Corea del Norte se le podía aplicar «el mismo escenario que a Libia», su vicepresidente, Mike Pence, dijo claramente que Washington no pensaba hacer ninguna concesión y que si Kim no «firmaba un acuerdo para la desnuclearización completa, verificada e irreversible de la península norcoreana», entonces «esto acabaría como acabó para Libia», recuerda Vzglyad en su artículo.

Para Vzglyad, si bien el líder estadounidense puso como excusa las declaraciones de la excanciller norcoreana, la verdad es bien distinta. La razón «no fue la retórica norcoreana». A Trump le dio miedo una reunión «que no le daba ninguna razón para declararse a sí mismo ganador».

Trump necesitaba una victoria que fuese anunciada a bombo y platillo y en más de un frente. En el extremo este con China, la potencia que se ha convertido en el principal dolor de cabeza para EEUU y cuya presión se deja ver en todos los frentes, incluido el coreano. En casa, donde Trump debe ganarse la confianza de su electorado. Pero estas victorias solo eran posibles en caso de que Kim, el 12 de junio, jurase que se iba a desarmar.

Eso no iba a pasar en Singapur, prosigue el artículo. ¿Qué esperaba conseguir Trump al aceptar —en realidad, al proponer— la reunión? «La respuesta no es simple porque estamos lidiando con varios factores a la vez», explican en Vzglyad.

«Primero, Trump decidió reunirse con Kim por sí mismo y, debido a su carácter y a su limitada comprensión sobre la cuestión norcoreana, creyó durante un tiempo que lograría aplastar al líder del país«, opinan.

«Segundo, para Trump era muy importante la dimensión nacional. Jugando ‘la carta coreana’ proyectaba ante sus ciudadanos la imagen de un presidente fuerte, que gusta y que está preparado para negociar».

«Tercero, para Trump era importante presionar a China desde diferentes lados y la cuestión coreana le pareció una buena forma de conseguirlo. El límite para seguir presionando se agotó hace tiempo, así que ya era hora de cerrar el capítulo coreano».

Una reunión sin ningún tipo de sustancia ni resultado habría sido una derrota para Trump. El presidente estadounidense ha preferido no arriesgarse, concluye Vzglyad.


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