Fueron liberados detenidos, cuyo delito es considerado como «violencia política», por parte del gobierno bolivariano de Venezuela, acción esta que fue considerada de manera desigual por diputados interpelados por el medio Sputnik, pues para algunos de ellos la acción fue positiva, más sin embargo para otros resultó una simple liberación de “rehenes” que lejos está de abrir las puertas del diálogo.
Diálogo difícil
En este sentido Saúl Ortega, constituyente del bloque de la revolución, explicó que desde el lado de la contrarrevolución no se puede esperar mucho, puesto que carecen de un liderazgo de altura, independiente, soberano que no estén hipotecados con actores de fuerzas extranjeras.
La acción de liberar a estos privados de libertad, es consecuencia de la petición expresa que realizara el pasado día jueves el presidente Nicolás Maduro ante la Asamblea Nacional Constituyente, la cual ampara exclusivamente a quienes hubieren actuado en protestas opositoras por razones que el presidente tildó como “Violencia Política”, siempre que no hubiesen incurrido en delitos de otro tipo.
En este sentido el pasado viernes 25 fueron beneficiados con esta medida, un total de 20 privados de libertad, quienes habían sido acusados de “violencia política” por eventos ocurridos en el oeste del Estado Zulia
Oposición manejada
El diputado opositor Franklin Duarte defendió la tesis que este acto no hace que el dignatario venezolano sea visto como un “ciudadano de bien”, puesto que según su criterio, no pueden existir presos políticos en un país democrático y menos utilizarlos como rehenes para forzar el diálogo.
Por otra parte Ortega no cree que el gesto presidencial logre ser apreciado en su justa dimensión y en consecuencia, la activación del diálogo sea nulo ya que la oposición de este país es controlada por EEUU, cuyas líneas de acción se encuentran totalmente encuadrados dentro de la violencia.
Cabe resaltar que la oposición de venezolana, durante los casi 20 años de gobierno revolucionario, ha observado una actitud constante de negación a todo aquello que se desprenda del gobierno bolivariano, y en este sentido jamás ha mostrado satisfacción por medida alguna que no se acerque a su único pensamiento que es la obtención del poder, en este caso el derrocamiento por cualquier vía del presidente constitucional venezolano.