El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), propuso generar un Tratado de Libre Comercio de América Latina y el Caribe (TLC-ALC), mediante el cual la región podría aumentar el intercambio intrarregional en US$ 11.000 millones anuales, si combina los 33 acuerdos comerciales independientes en un solo bloque de libre comercio regional.
Con el TLC, el objetivo del BID es poder lograr una mejor integración de América Latina y el Caribe y para conseguirlo, posicionó a México, Brasil y Argentina como los actores clave por su «posición inigualable» para unir al Mercosur y a la Alianza del Pacífico —dos bloques cuyos mercados sumados totalizan US$ 4,3 billones, 81% del PIB regional.
El estudio señala que actualmente, el comercio regional es un «complejo mosaico» de Acuerdos Comerciales Preferenciales (ACP) anclados en el Mercosur y la Alianza del Pacífico y que, desde su comienzo, ambos bloques lograron incrementar el comercio intrarregional en un 64% en promedio. Sin embargo, según el informe del BID, en este tiempo ninguno de los bloques logró que la región fuera más competitiva a nivel internacional, ni estuvieron a la altura de lo que un mercado regional de US$ 5 billones podría ofrecer.
«La convergencia es la forma de fortalecer la relevancia económica de los acuerdos comerciales preferenciales de nuestra región«, dijo Antoni Estevadeordal, gerente del Sector de Integración y Comercio del BID. «Unidos, pueden ayudar a mejorar la competitividad de la región en el exterior, particularmente en el entorno del comercio actual, cada vez más desafiante. Aislados y sin una masa crítica, estos tratados están condenados a la irrelevancia o, incluso, a una muerte lenta, a la luz de los megaacuerdos ya vigentes en Europa, Asia y América del Norte».
El informe sostiene que la estrategia de un acuerdo panregional podría constituir una póliza de seguro efectiva contra las pérdidas de mercado. Según Estevadeordal, con un TLC de este tipo se podría atenuar hasta en un 40% los efectos negativos de las fricciones del comercio mundial sobre las exportaciones de América Latina y el Caribe.
Tanto América Latina como el Caribe tienen una larga historia de ensayo y error en sus esfuerzos por lograr una mayor integración regional. Por esta razón, el Departamento de Integración y Comercio del BID reconoció que es probable que una estrategia de este tipo sea recibida con escepticismo. No obstante, el estudio afirma que cerca del 90% del comercio intrarregional ya está libre de aranceles, lo cual «constituye una plataforma sólida para construir un área de libre comercio regional».
Además, el estudio manifiesta que la región nunca estuvo tan cerca como ahora de lograr un consenso político que favorezca el comercio y la integración. La hoja de ruta creada por el BID, recomienda primero comenzar con la creación de una zona de libre comercio centrada en los bienes y servicios y dejar para una etapa posterior otros aspectos, como el medio ambiente, el trabajo y la propiedad intelectual. La facilitación del comercio, las medidas relacionadas con las aduanas y los mecanismos para minimizar los costos de transporte y de transacción son, según el BID, un capítulo adicional que debería incluir el acuerdo.