El reconocido periodista ruso Arkadi Bábchenko fue asesinado este martes en Ucrania, luego de recibir tres impactos de bala por la espalda, mientras entraba en su apartamento ubicado en la capital, Kiev.
La esposa del periodista declaró que ella se encontraba dentro de la casa al momento de oír los disparos. Bábchenko regresaba de hacer unas compras cuando fue abordado, mientras abría la puerta de su casa, falleciendo en la ambulancia camino al hospital.
Su homicidio se suma a la lista de profesionales de la información que en Ucrania encontraron la violencia de la que pretendían escapar. Otro de los casos recordados es el del periodista bielorruso Pável Sheremet, asesinado en Kiev en 2016, producto de una bomba instalada en su coche.
Por su parte, el Ministerio del Interior de Ucrania realizó el retrato hablado del posible asesino deArkadi Bábchenko. Se trataría de un hombre entre 40 y 45 años, con una estatura de entre 1.75 y 1.80 cm, complexión mediana, barriga y barba canosa, que vestiría un pulóver azul oscuro, una chaqueta y pantalones vaqueros.
Arkadi Bábchenko participó como combatiente en las dos guerras de Chechenia (1994-1996 y 1999-2003) y posteriormente entró a trabajar de periodista en el Moskovski Komsomolets, mudándose en 2017 a Ucrania, donde trabajaba como presentador en ATR.
El periodista no solo era conocido por sus premiados trabajos periodísticos y literarios, sino también por rechazar abiertamente la intervención de Rusia en el este de Ucrania. Hace un año vivía en Kiev, después de denunciar haber recibido varias amenazas de muerte.
Kremlin rechaza acusación
Rusia rechazó las declaraciones del Gobierno ucraniano sobre una su supuesta complicidad en el asesinato del periodista Bábchenko.
Más temprano, el primer ministro ucraniano, Vladímir Groisman, dijo que estaba convencido de la implicación de Moscú.
«Es el colmo del cinismo y es que en vez de hablar sobre una investigación exhaustiva e imparcial de este horrible crimen, hacen declaraciones rusófobas», dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
«Es una completa estupidez. Da la impresión de que están delirando. Que se arreglen entre ellos», dijo a Interfax el director del Servicio Federal de Seguridad ruso, Alexandr Bórtnikov.
El jefe de los servicios de inteligencia rusos, a los que también se ha acusado del envenenamiento en Reino Unido del exespía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia, tachó de una «auténtica provocación» las acusaciones vertidas por el Gobierno ucraniano.