De que son favoritos, lo son. Y que llegan con la presión de defender el título, también. Pero en Alemania saben que tienen posibilidades de retener la copa del mundo obtenida en Brasil y por eso, el cuerpo técnico definió un sistema de concentración rígido para su plantilla.
Joachim Löw, el entrenador bávaro asume que el sistema de trabajo debe ser muy disciplinado. «El equipo es más importante que el ego”, ha dicho el seleccionador alemán en una rueda de prensa, “los jugadores saben muy bien cuál es nuestra línea de comportamiento y nuestras ambiciones. Todos somos piezas de un rompecabezas”, expresó el adiestrador.
Por lo mismo, fiel a la forma de trabajar de los entrenadores europeos más estrictos como Josep Guardiola o Jose Mourinho, el DT alemán dio a conocer las reglas dentro del búnker alemán en Rusia. La plantilla teutona tiene que estar completamente aislada. Los jugadores no pueden acceder a redes sociales, ni comunicarse con sus familias ni amigos sin tener el permiso expreso del cuerpo técnico de la selección. Por otro lado, los futbolistas alemanes tampoco pueden beber alcohol (excepto un vaso de vino o jarra de cerveza antes de ir a dormir, con moderación) ni practicar sexo.
El seleccionador alemán quiere con ello controlar todo lo que hace su plantilla hasta el último detalle, eso mientras se desarrolla la competencia y en las semanas previas al debut. El objetivo es igualar la marca brasileña de los cinco campeonatos y dos consecutivos, que el Scratch sumó a sus vitrinas en 1958 y 1962. Para ello, todo régimen vale…