El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Paul Ryan, rechazó hoy la decisión del presidente Donald Trump de imponer nuevos aranceles al acero y al aluminio a la Unión Europea (UE), México y Canadá, y aseguró que en su lugar el país debería abordar «las prácticas desleales de países como China».
«No estoy de acuerdo con esta decisión. En lugar de abordar los problemas reales en el comercio internacional de estos productos, la acción de hoy daña a los aliados de Estados Unidos cuando deberíamos trabajar con ellos para abordar las prácticas comerciales desleales de países como China», dijo Ryan en un comunicado, reseñó EFE.
«Hay mejores formas de ayudar a los trabajadores y consumidores estadounidenses. Tengo la intención de seguir trabajando con el presidente en esas mejores opciones», concluyó Ryan en un breve comunicado.
Horas antes de que se cumpliera el plazo para decidir sobre la exención de los aranceles a sus estrechos socios comerciales, el gobierno de Donald Trump redobló su apuesta proteccionista con una medida que dispara las tensiones comerciales y la inquietud internacional.
«Hemos decidido no extender la exención para la UE, Canadá y México, por lo que estarán sujetos a los aranceles del 25 % y 10 %» al acero y el aluminio, indicó Wilbur Ross, secretario de Comercio de EE.UU., en una conferencia telefónica con periodistas, al despejar la incógnita y añadir que entrarán en vigor mañana viernes.
Hace un mes, Washington decidió otorgar a la UE, a Canadá y a México una suspensión temporal de los aranceles dada su calidad de socios estrechos y para dar más tiempo a las negociaciones. Sin resultados satisfactorio.
La de Ryan no ha sido la única voz republicana que se ha levantado contra la decisión de Trump.
«Europa, Canadá y México no son China, y no se trata a los aliados de la misma manera que se trata a los oponentes», dijo el republicano por Nebraska Ben Sasse, quien calificó la decisión de «tonta».
Por su parte, el presidente del Comité de Finanzas del Senado, Orrin Hatch, cuyo comité supervisa el comercio, dijo que «los aranceles sobre las importaciones de acero y aluminio son un aumento de impuestos para los estadounidenses y tendrán consecuencias perjudiciales para los consumidores, fabricantes y trabajadores».
No obstante, pese a las voces discordantes, desde el Legislativo no se ha hecho aún ninguna propuesta para revertir la decisión del multimillonario