La crisis que presenta la represa hidroeléctrica Ituango podría extenderse por varios meses, así lo alertó este jueves Empresas Públicas de Medellín (EPM) de Colombia.
Jorge Londoño de la Cuesta, gerente de la compañía explicó que desembalsar planificadamente el río Cauca estancado en la represa tardará más de seis meses.
«Hoy no tengo una fecha de cuándo dejaríamos de pasar agua por la casa de máquinas porque necesito más información para tomar esa decisión. Lo que sí puedo decir es que no será en las próximas semanas», aseguró Londoño.
Se estima que en cinco días se abran las compuertas del vertedero para evacuar parte del agua de la represa y disminuir la presión de la presa.Las autoridades aspiran alcanzar los 415 metros de altura del muro de contención el próximo 7 de junio.
Simultáneamente, decenas de obreros clausurarán con un tapón de concreto un túnel que se venía utilizando para el transporte de material. Se prevé que este trabajo sea culminado en dos meses.
Londoño comentó que los derrumbes ocurridos el pasado sábado en la montaña que colinda con la obra y que llevaron a suspender de forma temporal los trabajos, pueden repetirse. Por ello, la ladera está siendo vigilada con un radar.
«Actualmente los monitoreos dan información de que se vaya a presentar un movimiento mayúsculo de tierra» sino «un movimiento de capa vegetal que calculamos podría llegar a ser de alrededor de unos 130.000 metros cúbicos», dijo el gerente.
La represa Hidroituango se encuentra en emergencia desde el pasado 7 de mayo al producirse un derrumbe que bloqueó el túnel que desvía durante las obras las aguas del Cauca. Este río es el segundo mayor cauce del país y quedó represado en un embalse sin terminar y que corre el riesgo de colapsar.
Debido a esta situación las autoridades declararon alerta roja para evacuar de sus hogares a unas 113.000 personas de las localidades de Puerto Valdivia y Puerto Antioquia, así como de los municipios de Cáceres y Tarazá, situadas a orillas del Cauca, aguas abajo de la presa que están en riesgo de ser arrasadas por el agua si llegase a ocurrir el rompimiento de la obra.