Ataques de la Coalición Internacional, encabezada por Estados Unidos, contra el poblado de Yazaa, en el sur de la norteña provincia de al-Hasaka, dejaron saldo de 10 civiles muertos y decenas de heridos, divulgaron activistas sociales.
La mayor parte de las víctimas por los indiscriminados bombardeos de la aviación estadounidense son mujeres y niños, precisaron las fuentes.
Igualmente se conoció que la Amnistía Internacional (AI) encontró pruebas de que los ataques aéreos ejecutados por la coalición liderada por la nación norteamericana contra el autodenominado Estado Islámico (EI) en Raqqa, Siria, incurrieron en «potenciales crímenes de guerra».
Otro ataque con artefactos explosivos de la aviación occidental mató a 12 personas el pasado viernes en la aldea Hidaj, en la propia Hasaka, situada a unos 600 kilómetros al noreste de Damasco.
Días antes de la violenta acción, las fuerzas de la llamada Coalición mataron a otros ocho civiles, entre ellos tres niños, en un barrio de la nororiental provincia de Deir Ezzor, ubicada a unos 300 kilómetros al norte de Damasco.
Datos aportados por la Organización de Periodistas Independientes Airwars revelan que desde 2014 Estados Unidos realizó cerca de 15 mil ataques aéreos en territorio sirio. lo que ha provocado la muerte de miles de civiles.
El 28 de mayo de 2017, en una entrevista con la cadena estadounidense CBS, el secretario de Defensa de Estados Unidos, James Mattis, indicó que la misión de la coalición era «aniquilar» el Estados Islámico.
En reiteradas ocasiones, el gobierno de Damasco denunció ante la Organización de Naciones Unidas que las tropas estadounidenses y sus aliados occidentales entraron y permanecen de forma ilegal en suelo sirio, lo que viola la soberanía de este país y las leyes del derecho internacional.