El Congreso de Perú acordó este miércoles suspender de sus funciones y denunciar penalmente ante la Fiscalía a los parlamentarios Kenji Fujimori, Bienvenido Ramírez y Guillermo Bocangel, por delitos de cohecho activo y tráfico de influencias.
Los funcionarios estarían involucrados en el presunto intento de compra de votos de otros congresistas para evitar que el expresidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK) fuera destituido el pasado mes de marzo.
Según informa la BBC en su portal web, el Congreso aprobó primero una acusación constitucional ante la Justicia contra Kenji, hijo menor del expresidente Alberto Fujimori, por la presunta comisión de los delitos de cohecho activo, cohecho genérico y tráfico de influencias.
Luego aprobó suspender a Fujimori en el ejercicio de sus derechos y deberes funcionales en el Congreso mientras dure el proceso penal.
La solicitud de suspensión recibió 58 votos a favor y 4 abstenciones tras un pedido realizado por la bancada del partido Fuerza Popular, liderada por su hermana mayor Keiko.
Después un debate, la votación y recuento se realizaron entre protestas de varias bancadas opositoras y de izquierda, cuyos miembros -en su mayoría- abandonaron el hemiciclo.
«Víctimas de una dictadura parlamentaria»
En su derecho de palabra, Kenji defendió su inocencia y acusó a su exbancada de Fuerza Popular de violar la Constitución y la ley para conseguir su suspensión del Parlamento. «Siempre he trabajado y nunca he vivido de privilegios ni de cupos, si alguno cree que aquí termina mi vida política está totalmente equivocado, porque esto recién empieza», remarcó.
«El día de hoy se ha cometido un abuso, hemos sido víctimas de una dictadura parlamentaria. Hemos sido víctimas de una mayoría aplastante de Fuerza Popular», denunció.
Más tarde, durante una rueda de prensa que se realizó posterior a la votación, criticó duramente a su hermana. «Quiero dirigirme a mi hermana Keiko y decirle: ‘Felicitaciones, aquí tienes mi cabeza en bandeja’. Lo que se ha vivido el día de hoy es nauseabundo», manifestó.