La Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (DEVIDA) de Perú reveló que 2.3 millones de hectáreas de bosques se han deforestado en Perú en las últimas cinco décadas para el cultivo de hoja de coca. Además del narcotráfico, el organismo manifestó su preocupación por el empleo de agroquímicos, que contaminan el agua, suelo y la biodiversidad.
“DEVIDA ha advertido el alto nivel de plomo y cadmio en cuencas de las zonas cocaleras y de otras sustancias tóxicas como la acetona, el éter etílico, cloruro de amonio, ácido sulfúrico, entre otros”, señaló José Isla, representante de la Dirección de Asuntos Técnicos de DEVIDA, según informa la agencia de noticias Servindi.
El portal describe como práctica usual, en el marco de la preparación del suelo para el monocultivo de la coca, la tala de todos los árboles en el territorio a cultivar, con el fin de que la planta reciba la mayor parte de los nutrientes. Los árboles talados son quemados, acción que genera gran cantidad de monóxido de carbono y añade otro daño ambiental: la contaminación del aire.
El organismo estatal peruano informó que en los últimos siete años ha reforestado casi 50 mil hectáreas en distintas zonas del país vecino. También dio a conocer que ha capacitado a más de 60 mil escolares, mediante talleres que enseñan técnicas de reforestación y de tratamiento de residuos sólidos y líquidos.