Las autoridades han indicado retraso en las labores de rescate por las condiciones climáticas y estiman que al menos 60 cadáveres aún permanecen en el mar.
Al respecto, la Organización Internacional de Migraciones (OIM) precisó que los pasajeros pagaron unos mil euros por el viaje en una embarcación de pesca que solo permitía 90 personas.
Además, varios de los migrantes rescatados explicaron que el hecho se produjo porque el capitán ordenó equilibrar el peso de la embarcación al «deshacerse» de algunos pasajeros, lo que provocó que se volteara.
Tras lo ocurrido, el primer ministro Youssef Chahed anunció la destitución del ministro del Interior, Lotfi Brahem, y se informó que será reemplazado por el titular de Justicia, Gazi Jeribi.
La Fiscalía del país ya inició una investigación sobre el naufragio y la prestación de estos servicios ilegales que originaron la muerte de decenas de personas.