La cadena alimenticia está siempre presente y no importa ni la hora ni
la fecha. Esta relación natural de los animales refleja quién se come a quién y cuando el hambre llega nada lo detiene; inclusive si para sobrevivir hay que librar una batalla con rapidez y precisión, el águila es la maestra. Esta ave con sus garras captura las presas y levanta vuelo antes de que su contrincante parpadee.
El fotógrafo Kevin Ebi en el Parque Nacional San Juan, ubicado en Washington, Estados Unidos había tomado unas imágenes en secuencias donde se evidenciaba a un zorro en casería de conejo.
Ebi en medio de su trabajo se percató que un águila de forma inesperada se metió en el encuadre de su cámara. Esta ave intentaba arrebatar al zorro la presa cazada.
Las imágenes en orden muestran la velocidad del águila que en busca del conejo cazado se aproxima al zorro y clava sus garras atrayendo el cadáver hacia si y levanta vuelo, arrastrando consigo al zorro y dejándolo sin comida.
El ave perteneciente a la especie Haliaeetus leucocephalus, conocida como águila calva y nativa de América del norte posee un cuerpo que oscila entre los 70 y los 102 cm de largo, con una envergadura de hasta 2m y un peso de entre 3 y 6kg. En las hembras, estas medidas son hasta un 25% más.
Las águilas casi siempre se alimentan de peces, de otras aves y de
mamíferos pequeños. Sin embargo, algunas veces, pueden cazar animales grandes. Muchos documentales han capturados momentos en que estas águilas calvas toman presas de entre 7 y 10kg por tener la capacidad de desplazar con facilidad a otros depredadores.
Es posible que en este mundo todo se transforme, pero lo que si estamos seguro es que la cadena alimenticia se mantendrá independiente de la evolución de las especies. Además, se demuestra lo que reza el refrán o dicho popular venezolano «águila no caza mosca«.