EN FOTOS: El día llegó y Rusia se lució de manera elegante

El presidente ruso, Vladimir Putin, inauguró la tan esperada fiesta deportiva del Mundial de Fútbol Rusia 2018, en el estadio Luzhniki de Moscú, ante 80.000 espectadores, en los prólogos del choque de apertura Rusia-Arabia Saudita, de una forma muy elegante. «Les felicito por el comienzo del campeonato más importante del mundo», exclamó.

Por su parte, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ofreció unas palabras acogedoras a los hinchas de la justa deportiva. «Bienvenidos a la Copa del Mundo de la FIFA aquí en Rusia. El fútbol conquistará Rusia y desde Rusia conquistará el mundo. Disfruten de la mayor celebración en la tierra«, enfatizó.

Enseguida, el italo-suizo añadió: «Gracias presidente Putin, gracias Moscú», seguido de la ovación del público presente que, con euforia, celebraba el inicio del campeonato.

Previo a esas palabras de bienvenida, la fiesta de inauguración tuvo como centro la actuación del cantante inglés Robbie Williams, durante un cuarto de hora. Por el país anfitrión estuvo la reconocida soprano Aida Garifullina, quien cantó «Angels» con la estrella británica, seduciendo al mundo con su agudo registro musical.

El arquero Iker Casillas, capitán de la selección española campeona en Sudáfrica 2010 se encargó de llevar el trofeo al césped del estadio Luzhniki. Le acompañó la modelo y actris rusa Natalia Vodianova.

La fiesta fue sencilla, el show se lo robó el estadio y su opulencia, se percibieron algunas panorámicas donde se leía la palabra amor en inglés (love), hecha por bailarines que ofrecieron una sencilla coreógrafía. Para muchos, fue sorpresiva la poca fuerza de la personalidad rusa en la actividad, tal como se ha acostumbrado en otros mundiales, con otros países anfitriones. Sin embargo, tuvo sutiles pinceladas que hablaron bien de Rusia, sin hacer mayor presunción.

La escenografía y el arte de la fiesta inaugural

La escenografía estuvo compuesta de una gran tela de color verde que cubrió el campo con el estampado de un balón de futbol en el centro, con hexágonos en verdes, blancos y grises, desde adentro hacia afuera, ofreciendo un efecto visual tipo 3D, se encendieron unas antorchas en el campo y de inmediato inició la coreografía con la recreación de un ave fénix, una criatura mitológica de gran importancia dentro del folklor eslavo, donde es considerada la representación de una nueva vida.

Para Putin, el ave fénix es metáfora de Rusia, por su capacidad de levantarse de nuevo desde sus cenizas, a pesar de las dificultades que ha enfrentado, desde el Imperio, la Revolución, la guerra civil, hacia la instauración y la caída de la Unión Soviética.

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