Este domingo, Colombia tiene la segunda vuelta electoral presidencial. Las más recientes encuestas indican unos seis puntos de ventaja a favor de Iván Duque, el candidato del exmandatario Álvaro Uribe Vélez (2002-2010), del Partido Centro Democrático.
El fantasma del uribismo hace recordar a millones de personas, en Colombia y en el mundo entero, las múltiples acusaciones sobre las relaciones de Uribe y su familia con la formación y desarrollo de las bandas paramilitares..
Hace pocos días se conocieron nuevos testimonios acerca de los nexos de «los Uribe» con los grupos que sembraron, y aún siembran, el terror en la nación neogranadina. Tres extrabajadores de la Hacienda “La Carolina”, propiedad de Álvaro y Santiago Uribe, confirmaron acciones paramilitares en ese lugar y la relación de Santiago Uribe con el reconocido paramilitar Alberto Osorio Rojas, alias “El Mono de los llanos” o “Rodrigo”, «Sabino» y «El Pelusa».
De igual manera, los trabajadores también relacionaron que estas personas, los administradores de la hacienda y Uribe Vélez, realizaban recorridos portando armas.
4 horas de testimonios sobre los Uribe Vélez
En cuatro horas de grabaciones inéditas, los testigos directos indican que “El Mono” era una persona muy cercana a Santiago Uribe y se reunían frecuentemente en la hacienda, en particular en la casa conocida como “La Mayoría”.
Los testimonios confirman que los propietarios de la hacienda eran los hermanos Uribe Vélez y que, por lo menos, cada semana se realizaban reuniones nocturnas a las que los trabajadores no tenían acceso. En ellas participaba Osorio, cuya presencia se verificó con el reconocimiento fotográfico de alias “Rodrigo” o “Mono de los llanos”, en referencia a sus acciones en los Llanos de Cuivá, en el departamento de Antioquia (norte).
Las declaraciones rendidas ante la Fiscalía 10 de la Corte Suprema de Justicia, en el proceso 14044 contra Alberto Osorio, también brindan detalles de los abusos, retenes ilegales y controles sobre la población, obligando a transeúntes a bajarse de los vehículos e, incluso, a desnudarse.
Uno de los testigos, un extrabajador entre los años 1995 y 1996, contratado por Santiago Uribe para labores de ganadería, señaló cómo, cuando llegaba el hermano del principal promotor de la campaña de Duque, ingresaba el llamado “Mono” o «Rodrigo» y después llegaba Santiago, todos salían armados a recorrer las fincas, incluso uno de ellos, conocido como “Sabino”, portaba un arma larga en esos encuentros.
En los testimonios, también se conoció que a algunas de las personas que laboraron por largos períodos en la hacienda “La Carolina” no se les pagó liquidación al momento de su salida como empleados, hecho que generó inconformidades en algunos de ellos.
Los Apóstoles
Adicionalmente se señala que las fincas aledañas, como La Isla, entre otras, funcionaban como si fueran una sola. En tanto, Álvaro Vásquez, propietario de uno de los predios cercanos a “La Carolina” y senãlado de ser uno de los integrantes de los “12 Apóstoles”, participaba de manera constante en las reuniones en la llamada casa de la “Mayoría”.
En un tercer testimonio se reveló que, desde principios del año 2000, en “La Carolina” había instalada una base militar que fue retirada una vez se produjo la captura de Santiago Uribe.
Las primeras denuncias sobre las operaciones paramilitares en Yarumal, bajo el nombre de la estructura paramilitar de los «12 Apóstoles», se conocieron por una personera municipal que posteriormente fue asesinada. Conforme a valoraciones de la Fiscalía General de la Nación, en la investigación penal de este proceso son 503 las víctimas de asesinatos, desapariciones y torturas a manos de esta estructura armada en la que participó Santiago Uribe.
Hace ocho años, el mayor retirado de la policía Juan Carlos Meneses, quien pidió ser acogido por la Jurisdicción Especial de Paz, testificó cómo la finca «La Carolina» era centro de planificación del grupo paramilitar de los “12 Apóstoles” en Santa Rosa de Osos, comandado operacionalmente por Alberto Osorio.
A finales del julio se conocerá si estas pruebas sobrevinientes serán aceptadas por el juez que conoce del proceso contra Santiago Uribe. Hasta el momento, parece evidente que están lejos de ser cuestionadas como parte de un complot, pues se trata de testigos solicitados por la defensa del propio empresario Uribe Vélez.
Coincidencias
El pasado 30 de enero, el hermano del expresidente, en su testimonio oral ante los tribunales de justicia, admitió que asumió la administración de «La Carolina» el primero de octubre de 1994 y que, desde entonces hasta el 29 de febrero de 2016, día de su captura, iba casi semanalmente.
También ratificó que, desde 1994 hasta 2016, se asentó el Batallón Girardot en la hacienda, tal como lo refirieron los trabajadores del lugar. Coincidencialmente, el batallón se instaló con los Uribe en «La Carolina» y se desintaló cuando la justicia ordenó detener a Santiago Uribe… son coincidencias, son coincidencias.