Quito, Ecuador, 21 de abril de 2012 (OCLACC).- Con un llamado a continuar con el diálogo sobre los beneficios y perjuicios de la minería en el Ecuador, y a que «la extracción de los metales de la tierra» no afecte «negativamente la vida del ser humano y la de la naturaleza», concluyó este viernes 20 de abril la Asamblea Plenaria del Episcopado ecuatoriano que inició el lunes 16.
Al término de la Asamblea, los obispos católicos emitieron la Declaración «Cuidemos nuestro planeta» en la que ofrecen una reflexión teológica sobre la urgencia de cuidar la «madre tierra» y exhortaron a cuidar las «fuentes hídiricas», en razón de que «podemos vivir sin oro, pero sin agua, jamás».
Los obispos ecuatorianos pidieron que en los procesos de exploración y explotación petrolera y minera se «respeten la vida y la salud de las comunidades, especialmente de los sectores más vulnerables (niños y adultos mayores), como también de los trabajadores de las minas».
Así también hacen un llamado a que «en las concesiones como en las fases de exploración y explotación del petróleo y las minas, se ciñan a los procesos legales y técnicos establecidos, como la consulta previa a las comunidades, prevista en la Constitución».
De igual manera consideran necesario que se informe a la ciudadanía tanto sobre los «beneficios como los perjuicios económicos, sociales y ambientales de la minería, libres de toda presión económica, sino únicamente buscando el bienestar de las comunidades cerv¡canas a las minas y de toda la nación».
Los Obispos concluyen que «Si bien toda actividad doméstica, artesanal e industrial, de una u otra manera, es contaminante, es indudable que en la minería y en la explotación del petróleo existen mayores riesgos de ser afectados por estas intevenciones, por lo cual las medidas preventivas tienen que ser de máxima seguridad. Por esta razón, el gran desafío para los gobiernos y las empresas mineras y petroleras sigue siendo la extracción de los metales de la tierra sin afectar negativamente la vida del ser humano y de la naturaleza».
«Como pastores de una Iglesia Católica, Madre y Maestra de todos los hijos de Dios, queremos ratificar nuestro compromiso de seguir acompañando a las hermanas y hermanos que se ven afectados por los problemas sociales y por los peligros del petróleo y de la minería para su vida y su dignidad, mediante la formación de una conciencia ecológica», dice el documento.
En la Asamblea Plenaria, los Obispos ecuatorianos reflexionaron sobre la Carta Apostólica «Porta Fidei» con la que el Papa Benedicto XVI convocó al Año de la Fe, que comenzará el 11 de octubre de 2012, en el quinquagésimo aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II y el vigésimo aniversario del Catecismo de la Iglesia católica, terminará en la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, el 24 de noviembre de 2013.
El episcopado acordó una planificación pastoral que, continuando con la Misión Permanente, permita a la Iglesia en el Ecuador vivir plenamente el Año de la Fe.
Fuente: Signis Ecuador