El presidente de Brasil, Michel Temer, podría ir a prisión a partir del 1 de enero cuando deje su cargo y deba enfrentarse a la justicia ordinaria, admitió su mano derecha y ministro de la Casa Civil, Carlos Marun.
«Hoy en día cualquiera puede ser preso, principalmente en el imperio de las prisiones preventivas», señaló, Marun al portal de noticias UOL.
Marun (del gobernante Partido del Movimiento Democrático Brasileño), ocupa un cargo equivalente al de primer ministro. Criticó la lucha contra la corrupción que lidera la justicia por considerar que está fuera de los límites de la Constitución.
Nueva denuncia
Marun vislumbra un futuro complicado para Temer en cuanto pierda su fuero privilegiado, no obstante, afirma que una «hipotética» tercera denuncia no lo apartará de la presidencia.
Temer es investigado por la Policía Federal por haberse beneficiado con un decreto a unas empresas del puerto de Santos (sureste), a cambio de sobornos.
Este organismo, tendrá hasta principios de julio para recabar pruebas, que permitan a la Procuraduría General de la República (Fiscalía), presentar una nueva denuncia contra Temer por corrupción. La tercera desde que está en el cargo.
Marun, sentenció que de materializarse será «enterrada» por el Congreso. Debido a que la Cámara de Diputados tiene la potestad de autorizar o no el juicio contra el mandatario.
Mientras que analistas políticos apuntan que una tercera denuncia sería especialmente delicada para Temer debido a la proximidad de las elecciones de octubre.
Aseguran que los diputados será más renuentes a verse asociados de nuevo a la salvación del líder del Gobierno. Michel Temer acumula altos índices de impopularidad y no pretende presentarse a las elecciones.