El candidato perdedor de la contienda electoral a la presidencia de Colombia, tiene derecho a un cargo en el Senado de la República de Colombia, según lo establece la Reforma al Equilibrio de Poderes de 2015 y el estatuto de la Oposición de 2017. Esta última normativa entra en funcionamiento en este nuevo período gubernamental.
Mientras que el candidato por la fórmula a la vicepresidencia que tampoco resulte elegido contará con un escaño en la Cámara de Representantes. Esta decisión amparada por las normativas tiene como propósito no solo fortalecer el Gobierno, sino permitir la participación política de la oposición en la nación neogranadina.
El ejercicio de la oposición en Colombia es un derecho fundamental que además de autónomo, existe para obligar a los partidos políticos a que se declaren en el mes siguiente contrarios o independientes de la organización al que pertenece el nuevo mandatario.
Igualmente, el candidato perdedor y su fórmula vicepresidencial ejercerán su cargo por un período de cuatro años, desde este 2018 hasta el 2022.
Antonio Navarro Wolf, senador explicó que el ejercicio de la oposición no significa a que estos cargos se conviertan en el jefe de la oposición contra el nuevo gobierno.
«Va a ser un senador más de la oposición, si finalmente acepta la curul», indicó Navarro al tiempo que manifestó que los dos nuevos congresistas tendrán los mismos derechos que los actuales senadores en cuanto a voz y voto, salario y una Unidad de Trabajo Legislativo. Así mismo, las garantías para ejercer plenamente la oposición.
Igualmente, si alguno de los dos (candidato perdedor y fórmula de vicepresidente) optarán por decidir si aceptar o no los curules asignados por las normativas colombianas.
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