Hillary Clinton no recuerda las miles de familias que «separó» en Libia

Hoy en Libia, el país que fue "liberado", con el abnegado papel de Hillary Clinton, trafican con esclavos. Desde allí miles de personas deben huir para intentar salvar sus vidas. En una Europa que tampoco los quieren

Hillary Clinton no recuerda las miles de familias que «separó» en Libia

Autor: Chevige González Marcó

La política de «cero tolerancia» del gobierno del presidente Donald Trump, que separa a niños de sus padres en la frontera sureña de Estados Unidos, «es una crisis moral y humanitaria», dijo este lunes Hillary Clinton, exsecretaria de Estado norteamericana (2009-2013).

Los comentarios los hizo Clinton durante un almuerzo de la entrega de premios del Foro de Mujeres de Nueva York (este). La excandidata a la presidencia en 2016 por el Partido Demócrata señaló que «cualquier persona con un sentido de compasión y decencia debería sentirse indignada«.

La separación de familias es una realidad de vieja data en Estados Unidos. Sin embargo, el presidente Trump, contra todo pronóstico, decidió hacer un show a ese respecto. En el fondo, mientras los políticos estadounidenses se disputan simpatías, miles de familias viven una terrible tragedia.

Este viernes el mundo quedó conmovido con la información que aseguraba que EE. UU. separó de sus familias a cerca de dos mil menores inmigrantes en la frontera con México, en un plazo de seis semanas, informaron las autoridades. Entre el 19 de abril y el 31 de mayo, un total de 1.995 menores de 18 años fueron separados de los familiares adultos que les acompañaban, de acuerdo con datos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés).

¿Descubrió Clinton la sensibilidad social?

¿Es Hillary sincera?

La postura de algunos políticos estadounidenses ante los shows de Trump le tienden la alfombra al mandatario. Al final, él asume con «desparpajo» sus desmanes, mientras personajes como Hillary Clinton los guardan en su hipocresía.

Muchos recordarán, por citar solo un ejemplo, su actuación en Libia.

El 27 de marzo de 2011, un informe de inteligencia sobre Libia enviado por un viejo consejero íntimo de los Clinton e informante no oficial de Hillary, Sidney Blumenthal, contiene pruebas evidentes de los crímenes de guerra perpetrados por los grupos armados apoyados por la OTAN. Citando una fuente de un comandante, “con quien habló en la más estricta confidencialidad”, Blumenthal da parte a Clinton de:

“Bajo el ataque de las Fuerzas Aéreas y Navales de los aliados, las tropas del ejército de Gadafi han empezado a desertar en masa hacia la facción rebelde. Los insurgentes se esfuerzan por acoger a estos militares como si fueran compañeros libios, en un intento por fomentar más cambios de filas (…) Un comandante rebelde declaró en la más estricta confidencialidad que sus tropas continúan ejecutando sumariamente a todos los mercenarios extranjeros capturados en combate…”, aseveró Blumenthal.

¿A quiénes se refería como mercenarios extranjeros? Una amplia documentación en manos de periodistas, académicos y grupos defensores de los derechos humanos demostró que civiles libios de raza negra y trabajadores subsaharianos contratados fueron objeto de una “limpieza étnica” por parte de los armados, quienes consideraban que estos tenían vínculos cercanos al régimen. Gadafi favorecía a esa población con sus políticas en pro de la Unión Africana.

La esclavitud moderna, una terrible práctica que se inició tras el derrocamiento de Gadafi en Libia

La muerte en el Mediterráneo

La destrucción de Libia, no sólo fue la causa de la separación de miles de familias, sino también la de la disgregación de núcleos familiares a partir de la migración forzada. El derrocamiento de Gadafi y la instauración de un régimen sin ley en Libia terminó de provocar un deslave humano.

Año tras año, miles de personas provenientes de África intentan llegar a Europa por vía de las costas de Libia. Pocas llegan a un puerto del lado del Viejo Continente. Las autoridades de la Unión Europea se niegan a cumplir con el derecho internacional y resguardar los derechos de los refugiados.

Así acaban de actuar, por ejemplo, el gobierno de Italia con respecto a la embarcación de salvamento Aquiarius.

Todo eso ha ocurrido en primer término, con una beligerante Clinton encargada personalmente de destruir a Libia. Posteriormente, con silencio absoluto respecto a lo que ocurre en Europa con los migrantes.

Por cierto, luego del derrocamiento de Gadafi comenzaron en Libia actividades de tráfico de esclavos. Hasta ahora no hay ningún comentario de Clinton al respecto.


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