El cerebro humano es un objeto asombroso que está entre lo más complejo del universo conocido, pero todavía hay mucho que no sabemos sobre él. Ahora los investigadores han dado un paso más para resolver uno de los misterios más persistentes: el origen de la conciencia.
«Mientras las computadoras y los robots interactúan con el mundo sin ser conscientes, algo milagroso sucede dentro de nuestros cerebros que nos hace conscientes para experimentar el mundo desde una perspectiva subjetiva», explicó la neurobióloga Dra. Hagar Gelbard-Sagiv. «A pesar de 30 años de investigación neurocientífica en esta área, todavía no sabemos qué áreas del cerebro participan en el proceso», agregó.
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Junto a su equipo de investigación, la Dra. Gelbard-Sagiv pudo haber vislumbrado lo que sucede en el cerebro durante el surgimiento de una experiencia consciente. Al publicar sus resultados en Nature Communications, los investigadores pudieron determinar con precisión dónde se produce esto entre la densa red de conexiones y materia de nuestros cerebros.
El equipo pudo observar el funcionamiento interno aprovechando a los pacientes que estaban recibiendo tratamiento para la epilepsia. Para determinar exactamente en qué parte del cerebro se originan las convulsiones, los médicos a veces insertan electrodos en los cerebros de pacientes epilépticos y registran la actividad.
Esto proporciona una visión muy cercana e inusual de lo que sucede en sus cerebros y ofrece una mejor visión que los métodos más convencionales, como la electroencefalografía y los exámenes por resonancia magnética funcional (IMRf). Si bien esos métodos permiten efectivamente a los científicos observar el cerebro desde afuera, las pruebas con implantes cerebrales permiten ver lo que sucede desde dentro.
Los investigadores llevaron a cabo un experimento conocido como «rivalidad binocular», en el que a los pacientes se les muestra una imagen en un ojo y una imagen diferente en el otro. Si las imágenes son radicalmente diferentes, como una casa y una cara, el cerebro no puede combinarlas y por lo tanto el sujeto se ve obligado a ver una u otra, alternándola a intervalos irregulares.
Implantes de electrodos en el cerebro.
Lo que encontraron fue que la actividad cerebral en el lóbulo frontal cambió casi dos segundos antes de que los pacientes informaran el cambio de imagen, y la actividad en el lóbulo temporal medial lo hizo con alrededor de un segundo de anticipación.
«Dos segundos es mucho tiempo en términos de actividad neuronal», dijo la Gelbard-Sagiv. «Creemos que la actividad de estas neuronas no solo se correlaciona con la percepción, sino que también puede tomar parte en el proceso que conduce a la aparición de una percepción consciente», explicó.
Al observar en tiempo real cómo una experiencia consciente es reemplazada por otra, los investigadores han avanzado hacia la comprensión de su origen.
Fuente: IFLScience
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