Las «frágiles» relaciones entre los gobiernos de Venezuela y Colombia parece que continuarán tensas, luego de los recientes resultados electorales en Colombia, donde el candidato electo, Iván Duque, apenas espero un par de días para hacer declaraciones que en nada contribuyen a normalizar las relaciones entre estas naciones hermanas.
El representante del uribismo, Duque, adelantó que durante su gestión no enviará embajador a Venezuela, porque el gobierno de ese país carece de legitimidad. Sin embargo, mantendrá relaciones consulares como parte del protocolo del derecho internacional, para manejar los temas migratorios.
“Ante el desconocimiento que han hecho varios países de América Latina, entre ellos el Gobierno colombiano frente a las elecciones (de Venezuela), nosotros no reconocemos los resultados. No podemos aceptar una representación con un Gobierno que consideramos ilegítimo”, aseguró.
Duque agregó que, en su gobierno, impulsará junto a otros países de América Latina la defensa de la la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA) y buscará una acción multilateral y articulada para ejercer presión sobre el régimen venezolano que conduzca a «elecciones libres».
Barbas en remojo
Por su parte, el presidente Nicolás Maduro, aunque no respondió a los señalamientos de Duque, sí aseguró este martes que el actual mandatario neogranadino, Juan Manuel Santos, fue «el gran derrotado» en las pasadas elecciones.
«Fíjense lo que pasó en Colombia el domingo ¿el gran derrotado quién es en Colombia? Juan Manuel Santos, que no deja legado positivo de ningún tipo«, aseguró Maduro.
«Si Santos le hubiera dedicado la mitad del tiempo que le dedicó a Venezuela, su obsesión enfermiza, a Colombia, estaría dejando una Colombia mejor, sin tanta exclusión», añadió.
En ocho años de Santos creció la producción de cocaína en 30% anual, los grupos paramilitares, el crimen organizado, secuestros, la pobreza abierta a más de 50%, la miseria abierta, el desempleo abierto en 30%, el subempleo supera el 60%. Acabó con lo que quedaba de educación pública y gratuita. Eso es lo que ha pasado en Colombia, y Santos se obsesionó con derrocar primero a Chávez y después a Maduro y se va derrotado.
Para Maduro, el «único» punto positivo de la gestión de Santos es la firma del acuerdo de paz con las FAEC, que luego se encargó de malograr.
«Sin nosotros hubiera sido imposible lograr, junto a Cuba, la firma del acuerdo de paz con las FARC, es lo único que hizo Santos en sus ocho años», señaló el Presidente venezolano que, aunque no lo dijo explicitamente, advirtió el peligro de la «obsesión fatal» de los gobiernos de derecha colombianos con Venezuela.