Ante la política migratoria y comercial del Jefe de Estado norteamericano, Donald Trump, los ciudadanos de ses país se dieron a la tarea por diversos medios de expresar su rechazo al gobierno.
El pasado sábado, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders publicó en su cuenta de Twitter que la noche anterior, la dueña del restaurante Red Hen de Lexington (Virginia, EE.UU.) se negó a servirle a ella y a siete miembros de su familia por “trabajar para el presidente Trump”, echándolos posteriormente del local.
Last night I was told by the owner of Red Hen in Lexington, VA to leave because I work for @POTUS and I politely left. Her actions say far more about her than about me. I always do my best to treat people, including those I disagree with, respectfully and will continue to do so
— Kayleigh McEnany 45 Archived (@PressSec45) June 23, 2018
En este sentido el presidente Trump, se ha pronunciado a través de la red social Twitter sobre la expulsión del restaurante de la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
The Red Hen Restaurant should focus more on cleaning its filthy canopies, doors and windows (badly needs a paint job) rather than refusing to serve a fine person like Sarah Huckabee Sanders. I always had a rule, if a restaurant is dirty on the outside, it is dirty on the inside!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) June 25, 2018
«El restaurante Red Hen debe centrarse más en la limpieza de sus sucios toldos, puertas y ventanas […] en lugar de negarse a servir a una buena persona como Sarah Huckabee Sanders», escribió Trump en su tuit. «Siempre tuve una regla, si un restaurante está sucio por fuera, ¡está sucio por dentro!», expresó el mandatario estadounidense.