En las últimas semanas, las comunidades de 13 municipios del departamento de Boyacá, en la región central de Colombia, fueron sede de protestas por unas exploraciones sísmicas que viene adelantando la empresa polaca Geofyzika Torún, las cuales consideran que estarían dando paso a la técnica del fracking.
Este fin de semana, en el municipio Sáchica fue agredido un grupo de trabajadores de la empresa polaca. Esto ameritó la intervención de la polícia para salvaguardar la integridad física de estos ciudadanos europeos.
«Ciudadanos polacos fueron invitados a ver un partido de fútbol en una residencia en Sáchica, allí se informó que los extranjeros pertenecían a una empresa encargada de adelantar unas mediciones de sísmica en la región. Los pobladores de manera inmediata generaron una reyerta que derivó en un intercambio de golpes entre los miembros de la vivienda y unas personas del municipio», informó el portal WRadio.
A la localidad se desplazó el gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, para pedirle a la comunidad que “demuestre que el inconformismo se expresa con argumentos y sin violencia”. Allí, Amaya le pidió al director de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Orlando Velandia, suspender la actividad y aclarar los alcances de la exploración sísmica en la audiencia del próximo 29 de junio en el municipio de Chiquinquirá.
Respuesta del Gobierno
Sin embargo, este lunes, la ANH respondió a los pobladores. «Ante comentarios de las comunidades en el departamento de Boyacá por posibles trabajos de fracking, la Agencia Nacional de Hidrocarburos precisa que esta entidad no tiene previsto desarrollar allí ninguna actividad con esa técnica».
La ANH tiene dentro de sus funciones y competencias identificar aquellas áreas del territorio colombiano en las cuales el conocimiento del subsuelo es escaso, con el fin de adquirir información y ponerla al servicio del sector productivo del país.
Aseguró que los trabajos investigativos los realiza la ANH en el marco del proyecto denominado Adquisición y Procesamiento de Información Sísmica de la Cordillera 2D, que contribuye a soportar estudios como el de planeación del territorio, amenazas geológicas, sismicidad, determinación de fallas geológicas y sus riesgos asociados y prospección para hidrocarburos.
En el caso específico de este proyecto, «la ANH informa que se estarán utilizando herramientas de adquisición geofísica de muy bajo impacto, tales como la sísmica con vibros y la magnetotelúrica».
Finalmente, la Agencia reiteró que el proyecto no está encaminado a desarrollar actividades con la aplicación de esta tecnología -fracking- en el departamento de Boyacá. «El propósito es obtener información del subsuelo».
Asimismo, y también hizo un llamado al diálogo y la comunicación como herramientas para superar cualquier obstáculo o inconveniente. Por eso, adelantan reuniones con autoridades locales y departamentales para evaluar el impacto ocasionado por el proyecto en curso.
Dudas y temores
Pese a que la compañía polaca asegura que utilizarán una técnica que no tiene impacto ambiental, la comunidad de 13 municipios de Boyacá y 1 de Cundinamarca no tiene completa claridad de su objetivo.
“Nos preocupa que se avance en este tipo de proyectos sísmicos en nuestras comunidades porque las actividades mineras y petroleras sí son una amenaza para las fuentes hídricas y para nuestros ecosistemas«, mencionó el sociólogo Pedro Cortés Lombana, uno de los líderes de la comunidad.
«Es en estas provincias donde sufrimos de agua, desabastecimientos reiterados, y lo que más nos preocupa es que no tenemos una información concreta sobre la incursión de esta compañía. Tememos que implementen el fracking, una práctica nociva de exploración que incluso ha sido prohibida en varias partes del mundo.
Los pobladores argumentan que el fracking podría afectar hasta a la laguna de Fúquene, perjudicar a miles de familias de la cuenca del río Suárez y otros ríos de la región, y de los embalses de Gachaneca y Teatinos, de los cuales depende el agua para Tunja
«Más allá de sus efectos ambientales, evidentemente van a cambiar la naturaleza y vocación de los municipios que en principio basan su economía históricamente en el turismo, en su patrimonio paleontológico, arqueológico y paisajístico. A todo eso se le suman otros fenómenos como los del desorden social, la inseguridad y el abandono de la agricultura», señaló el sociólogo.
La exploración sísmica de la multinacional se adelantaría en los municipios Pauna, Caldas, Chiquinquirá, Saboyá, Maripí, Ráquira, Buenavista, San Miguel de Sema, Ráquira, Tinjacá, Sutamarchán, Sáchica, Cucaita, Samacá y Simijaca.