Trump descarta un derecho al debido proceso para los inmigrantes

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, descartó que su Gobierno le vaya a respetar a los inmigrantes su derecho al debido proceso en los tribunales, el cual supuestamente tienen garantizados los indocumentados al presentar una solicitud de asilo.

De esta manera, el Mandatario ratifica que su política de “tolerancia cero” sobre el tema de los inmigrantes está por encima de la ley, al punto de ordenar a las autoridades de migración que rechacen y expulsen a todos los inmigrantes ilegales en la frontera sur del país norteamericano.

El anuncio lo realizó a través de su cuenta en Twitter, en la que escribió: “Cuando alguien entra, debemos sacarlo de regreso a su nación inmediatamente, sin jueces o casos judiciales, no podemos permitir que todas estas personas invadan nuestro país”.

Asimismo agregó que “siempre será disfuncional. Las personas simplemente deben ser detenidas en la frontera y les dicen que no pueden ingresar ilegalmente a Estados Unidos, y los niños llevados de vuelta a su país”.

El Jefe de Estado de la nación con mayor número de invasiones militares en terceros países insistió en que “si se hace de ese modo, la inmigración ilegal se detendrá por sí sola y a un costo muy bajo”. “Esta es la única respuesta real (…) Debemos continuar construyendo el muro”.

Por su parte, Omar Jadwat, director del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos, señaló a través de un comunicado que lo sugerido por Trump es ilegal e inconstitucional. “Cualquier funcionario que haya hecho un juramento para defender la Constitución y las leyes debería negarlo inequívocamente”, reza el texto.

Postura de vieja data

La postura del Mandatario desde junio de 2015, cuando aún era candidato por el Partido Republicano,  provocó un gran alboroto, tras decir que los inmigrantes mexicanos “traen drogas, crimen, son violadores y supongo que, algunos, son buenas personas”. Esta posición del dirigente de la Casa Blanca ha sido altamente criticada.

Luego de su toma de posesión en 2017, empeoró la situación al aplicar medidas contra el ingreso de musulmanes y ataques contra las ciudades santuario.

Desde entonces, nada ha cambiado. En mayo, el de la inmigración pasó a ser el principal tema de controversia en la actual administración, cuando dio inicio a la política bautizada como «tolerancia cero». Práctica, que implica el procesamiento criminal de todos los adultos detenidos al cruzar ilegalmente la frontera norteamericana, lo que llevó a que más de dos mil niños indocumentados fueran separados de sus padres.

«Inmigrantes son menos propensos a cometer delitos»

Recientes estudios de científicos sociales y del Instituto Cato demuestran que los ciudadanos que ingresan de manera ilegal a Estados Unidos son menos propensos a cometer delitos que los norteamericanos, y los números son incluso inferiores entre los inmigrantes legales.

La revista Ciminology, en un artículo publicado en marzo pasado, señaló que mediante un análisis de datos entre 1990 y 2014 se encontró que la inmigración indocumentada no aumenta la violencia.

Por su parte, el Proyecto Marshall, en un análisis de 2018, reveló que según cifras de 200 áreas metropolitanas en las últimas décadas, se demostró que el crimen ha disminuido a pesar de que la población inmigrante está aumentando.

Pero la retórica de Trump no le presta atención a los estudios y estadísticas, o a lo que las leyes norteamericanas representan. Pareciera estar continuando los pasos del expresidente Richard Nixon (1969-1974), quien para justificar su actuación y sustentar una supuesta impunidad dijo: “si lo hace el presidente, no es ilegal”.