Un articulo de la BBC demostró que la creatividad no necesita una audiencia. Por ejemplo: Larry y Kris Solik han estado casados durante 43 años y solían criar pollos, ahora disfrutan haciendo videos juntos y los publican en redes sociales, pero la mayoría de su contenido no es visto.
¿Les importa que nadie vea sus videos? Como el de las filmaciones con drones de un cobertizo de papas con una canción de amor como banda sonora. «De ningún modo», dice Kris, «al crear estamos dando».
Uno de sus videos, una danza coreografiada al son de la música que emana de su lavadora, se volvió viral con 4 millones de visitas. «No creemos que la creatividad necesite una audiencia para expresarse», declaraóKris.
El sitio web astronaut.io rastrea la plataforma YouTube en busca de videos no muy vistos (cargados directamente desde teléfonos, a menudo sin editar y sin título) y los presenta como un flujo continuo. La idea es que estos pequeños fragmentos del mundo sean lo que el telescopio de un astronauta podría mostrarte mientras ves el planeta Tierra desde el espacio.
Los videos de la mencionada web no tienen las pretensiones de los que quieren a toda costa ser populares. El creador del sitio, Andrew Wong, ama el contenido porque no tiene la «extraña actitud» que adoptan quienes tratan de obtener muchas visitas.
«No se te está vendiendo nada, no hay sentido de proyección o curaduría, y es encantador. Efectivamente, hay deleite y belleza genuina en los océanos de contenido no visto», acotó.
Crear para ti mismo
Rebecca Fraser-Thill, profesora de Psicología en Bates College en Estados Unidos, cree que, en muchos sentidos, «todos somos nuestra mejor audiencia».
«Entendemos el contexto en el que creamos el material, cualquiera que sea, por lo que apreciamos nuestras propias creaciones de una manera muy real, más que cualquier otra persona».
Tu audiencia puede ser imaginaria
«La audiencia imaginaria», explica Fraser-Thill, es una expresión que describe la sensación de que los demás nos escuchan o nos ven con entusiasmo. «Todos los que publicamos algo en las redes sociales nos relacionamos de alguna forma con ‘la audiencia imaginaria’: nos da una sensación de amplitud, de que podemos compartir nuestras experiencias con todo el mundo», agregó.
Fraser-Thill cree que incluso si nuestro contenido no encuentra una audiencia más allá de la imaginaria, puede ser psicológicamente beneficioso: «Hay algo que aplaudir de las personas que son capaces de perseverar, incluso cuando no están recibiendo el refuerzo de comentarios o ‘me gusta’ o ‘compartir'».
Importa lo que doy al mundo
Usar las redes sociales no tiene que reducirse a mirarse en un espejo metafórico. También puede ayudar a comprenderte a ti mismo como ser humano, al revisar qué estás sacando al mundo y con qué estás contribuyendo.
Realmente no debería importarnos si no recibimos ‘me gusta’. Crear y compartir contenido o arte no tiene que ver con buscar la validación de los demás o llegar a la mayor audiencia posible. Pasar desapercibido no tiene que ser algo malo.