El secretario adjunto del Departamento de Estado para Asuntos de Europa y Eurasia, Wess Mitchell, dijo este martes que EE. UU. mantiene la potestad de suspender la venta a Turquía de aeronaves de combate F-35 por «motivos de seguridad nacional» si Ankara decide comprar los sistemas de defensa rusos S-400.
«Creemos que tenemos los fundamentos legales que nos permiten suspender la transferencia (de las aeronaves) bajo ciertas circunstancias, entre ellas cuestiones de seguridad nacional», dijo el funcionario durante una audiencia ante el comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense.
El 21 de junio, en una ceremonia en el estado de Texas (en el sur de EE.UU.), se formalizó el traspaso de las aeronaves a Turquía.
Sin embargo, Mitchell dijo que EE.UU. «mantiene la custodia de los aviones hasta que estos sean transferidos, lo que ocurre normalmente después de un extenso proceso de entrenamiento».
El funcionario atestiguó que la fase de entrenamiento está todavía en proceso, lo que le da a Norteamérica el tiempo y la capacidad para asegurarse que Turquía no avanzará en la venta de los sistemas de defensa rusos.
El lunes, el ministro de Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu dijo que su país no tiene planes de renunciar a la adquisición del material ruso.
Una vez más el país norteamericano intenta imponer las reglas del juego en el mundo; es por esta razón que ya Turquía ha anunciado en otras oportunidades que no abandonará la compra de los sistemas de misiles tierra-aire S-400 a Rusia.
Su posición quedó clara durante las conversaciones que se llevaron a cabo entre los representantes oficiales de Ankara y Washington, informó el diario Hurriyet citando a fuentes diplomáticas.
«La principal demanda de EE.UU. a su aliado fue cancelar la compra de los S-400 con el argumento de que podría provocar sanciones a Turquía. Los funcionarios turcos rechazaron firmemente la solicitud y subrayaron que estos sistemas se comprarán y se desplegarán porque Turquía los necesita», indica el artículo.
En diciembre de 2017, Moscú y Ankara, firmaron un acuerdo para que Rusia abasteciera a país soberano intercontinental de sistemas S-400.