El presidente de Francia, Emmanuel Macron, de cara a la segunda sesión plenaria del Consejo Europeo anunció que su Gobierno no abrirá centros de acogida para migrantes, porque no es un país de primera llegada y recordó que la ley internacional establece que el país más cercano al rescate debe ceder su puerto.
Los comentarios fueron emitidos durante el Consejo Europeo que se desarrolla en Bruselas que inició este jueves y culminó hoy, donde se debatió los problemas migratorios que afectan al continente europeo. En este encuentro se logró consolidar de la creación de centros de atención europeo para todas las personas que salen de sus países de manera forzada a causa de guerra, hambruna, tragedias naturales y otros.
«Francia no es un país de primera llegada, muchos quieren incitarnos a hacerlo, pero me niego, no debemos revisar constantemente nuestros principios y métodos de trabajo«, dijo Macron en declaraciones a la prensa.
El presidente francés resaltó la importancia de «ser más solidarios» con los países de primera llegada y garantizar «que Europa se ocupe de las personas que llegan desde el primer día» con un sistema similar al de los centros de acogida de Lesbos, Grecia, «donde se daba un proceso eficaz de acogida y retorno», subrayó.
A su juicio, es una victoria el acuerdo alcanzado por el Consejo Europeo que ofrece «un acercamiento completo» a la gestión de la migración, «reforzando la cooperación con países terceros, la solidaridad a través de la responsabilidad y la lucha contra todo tipo de tráfico de personas».
«Hemos demostrado que un acuerdo en un asunto tan esencial como la gestión de la migración es posible, defendiendo una Europa que protege a sus conciudadanos y es autora de su derecho y de su historia», apuntó el mandatario francés, quien subrayó que el acuerdo alcanzado esta madrugada «protegerá a los más débiles», enfatizó.
En horas temprana, la ministra francesa encargada de Asuntos Europeos, Nathalie Loiseau, no quiso responder la interrogante de por qué Francia evita ser una nación de primera llegada para los inmigrantes.
El presidente de Francia señaló que «en las próximas semanas» se explicará todo lo concerniente al funcionamiento de los centros migratorios y afirmó que algunos Estados miembros «han manifestado su voluntad de avanzar muy rápido en este sentido».
«Es necesaria también una mejora de los mecanismos bilaterales en el marco del reglamento de Dublín», concluyó Emmanuel Macron, quien añadió que pronto se presentarán nuevas directrices orientadas a evitar que los inmigrantes se muevan por la Unión Europea para tratar de pedir el asilo en el país donde más les interesa.
La mayoría de los inmigrantes que llegan a Francia provienen de Argelia, Marruecos y del África Subsahariana, entre otros territorios. Pero, los sirios, los sudanés y libaneses han sumado otros flujos migratorios y las cifras se han incrementado en los últimos dos años.
En más que un reto
En definitiva, en la Cumbre unos cuantos países se comprometerán en repartirse inmigrantes que no cuentan con el derecho al asilo, pero ¿Esa Europa racista, excluyente, xenofobia, discriminación y fascista cumplirá con su objetivo?. Es sólo cuestión de días para ver los resultados y apreciar cómo los aliados de los Estados Unidos miran el rostro de sus víctimas y tiemblan por qué temen que estos tomen venganza por las atrocidades cometidas contra sus pueblos.
El Presidente del Europarlamento, Antoni Tajani, un hombre del Partido Popular, dijo que con esta medida de los centros controlados se evitarán problemas futuros porque los africanos no paran de crecer y las respuestas deben ser coordinada desde las dos orillas del mar Mediterráneo.
«Para los desembarcos en territorio europeo un reparto rápido de los que lleguen para evitar que un único país tenga toda la carga. Para los desembarcos en países de fuera de la Unión, un trato humanitario, su repatriación si quieren voluntaria y acceso a la protección internacional para quienes tengan ese derecho», expresa el proyecto enviado al Consejo Europeo.
La creación de centros controlados para acoger migrantes en Europa están destinados a ser un «espacio solidario» para quienes huyen de las guerras o conflictos ocasionados por Estados Unidos o naciones aliadas.
Que algunos gobernantes europeos digan que con la ayuda a los migrantes se pone en riesgo la seguridad de sus naciones, pertenece a un doble discurso, porque miembros del bloque ha apoyado a Norteamérica para que ésta invada naciones a su antojo, inclusive Siria y otros territorios. Un ejemplo de ello, es que en abril los Estados Unidos, Francia y el Reino Unido lanzaron un ataque conjunto contra Siria en represalia por el supuesto bombardeo químico en Duma, que todos los implicados atribuyen al Gobierno de Damasco.
Entonces, la única seguridad en riesgo por siglos no es la de las naciones invasoras, sino la de los pueblos que han sido víctimas de las ambiciones de recursos por parte de un grupo pequeño que se cree los dueños del mundo y que esta comandado por los Estados Unidos que ha asumido el papel del policía del siglo.
Al final la negación de Francia, Polonia y Hungría se asemeja al bloqueo de Donald Trump, quien está culminando el estrecho tramo del muro de Barack Obama contra México, para no visualizar la cara de los aztecas desposeídos de sus territorios a causa del narcotráfico y las pugnas de poder de las bandas criminales que yacen en esa nación.