Un muerto y 11 heridos dejan la protestas de este fin de semana en Nicaragua

Hombres armados que pertenecen supuestamente a los movimientos políticos de la oposición que protestan contra el presidente Daniel Ortega, asesinaron a una persona y otras 11 quedaron heridas en un tiroteo en la manifestación denominada Marcha de las Flores que se realizaba en Managua, capital de Nicaragua.

“Hace poco murió el joven (…) tenemos reportadas 11 personas heridas, entre ellas una niña que un tiro le pasó rozando la cabeza”, declaró Marcos Carmona, secretario de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH, local).

Según Carmona, el joven  murió tras ser impactada su cabeza por una bala de plomo, cuando se había retirado de la ruta de la marcha y caminaba hacia un terreno ocupado por campesinos y hombres vestidos de civil armados.

Protesta opositora a Daniel Ortega

Los hechos ocurrieron cuando se conmemoraba a una veintena de niños que fallecieron durante la ola violenta desatada en Nicaragua, luego de que el mandatario hiciera la propuesta de una reforma al seguro social.

Los funcionarios policiales de Nicaragua aseguraron que encontrarán a los responsables del crímen. No obstante, varias zonas del país centroamericano son asediadas por manifestante violentos que protestan desde el 18 de abril, a pesar de que fue revocada por Ortega la medida de reforma al sistema de pensiones.

Mientras la oposición responsabiliza al Gobierno de las muertes y la supuesta inestabilidad social, la Comisión de la Verdad y la Justicia del país precisó este 25 de junio que 194 ciudadanos han perecidos a causa de las violentas protestas.

Es la misma receta golpista aplicada en Venezuela

El presidente Daniel Ortega ha denunciado que los Estados Unidos y las bandas de los narcotraficantes están ejecutando un plan conspirativo que mantiene una escalada de tensión y violencia en Nicaragua y lograr su derrocamiento. Aunque el mandatario nacional insiste en sostener el diálogo nacional.

Con la detención de Óscar Antonio Rivas alias “El Diablo”, quien es miembro de la organización terrorista “Mara18” fue detenido por la policía nicaragüense por incitar a la violencia en el territorio.

A Estados Unidos le conviene tener el control de Nicaragua; está acción estratégica consiste en resurgir el convenio de la fiebre del oro destinado a que los norteamericanos no solo puedan desplazarse de manera libre y exclusiva en la nación norteamericana por todos los espacios, sino de retomar el derecho a construir y regentar un canal interoceánico entre los oceános Pacífico y Atlántico para recuperar los espacios perdidos en la región en los últimos años.

Estados Unidos está detrás de las desestabilizaciones de Nicaragua y la región

Además, el plan de golpe suave se está aplicando en Nicaragua como lo han hecho con Venezuela, la única diferencia es que los Estados Unidos con ayuda de la oposición de Ortega inició de manera directa en la nación centroamericana con la cuarta fase que incluye las manifestaciones violentas.

El gobierno norteamericano y sus aliados fueron estremecidos de cabeza a pie, cuando en la región latinoamericana y caribeña fue creado un bloque de políticos progresistas conformado por Hugo Chávez (Venezuela), Lula Da Silva y Dilma Rousseff (Brasil), Rafael Correa (Ecuador), Fidel Castro (Cuba), Néstor Carlos Kirchner  y luego Cristina Elisabet Fernández de Kirchner (Argentina)​, Daniel Ortega (Nicaragua), Tabaré Ramón Vázquez Rosas (Uruguay) y Evo Morales Aymara (Bolivia) y otros del Caribe, quienes sin temor fijaron duras posturas consensuadas contra los Estados Unidos para defender la soberanía y autodeterminación de sus pueblos.

Lamentablemente, debido a la enfermedad quepadeció el dirigente de la Revolución Bolivariana y que fulminó la vida de Chávez y posteriormente, la muerte de Castro, además de las elecciones presidenciales en la región latina el bloque multinacional se desmoralizó y cedió terreno a la derecha histórica que ha sostenido alianzas con los Estados Unidos, estas pretenden no solo tomar su lugar de patrio trasero, sino de entregar a ciegas los recursos naturales al Gobierno norteamericano.