Aranceles a importación de automóviles le costarían $ 300.000 millones a EE. UU.

La imposición de nuevos aranceles a las importaciones de automóviles provenientes de Europa, perjudicaría la exportación de los bienes de Estados Unidos (EE. UU.) por un monto de hasta 300 mil millones de dólares.

Así lo advirtió la Unión Europea (UE) al hacer referencia a la amenaza del presidente Donald Trump de gravar las importaciones de automóviles con aranceles punitivos.

En una misiva difundida por la Comisión Europea, asegura que estas políticas arancelarias generan riesgo de que se produzcan represalias globales, a la vez que menciona que los gobiernos están convencidos de que el primer Mandatario de Estados Unidos, actuará pronto en ese sentido, informa Financial Times.

El documento también señala que las marcas europeas representan más de una cuarta parte de la producción de automóviles del país norteamericano e indica que cualquier tarifa de EE. UU. fragmentaría los mercados, aumentaría los precios para el consumidor estadounidense y conllevaría una pérdida de empleos.

UE  es «posiblemente tan mala como China

El jefe de Estado norteamericano en declaraciones ofrecidas este domingo, aseveró que la Unión Europea (UE) es «posiblemente tan mala como China» en su relación comercial con EE. UU.

Sus declaraciones se producen en medio de una hostilidad comercial cada vez mayor entre ambas regiones, después de que Washington impusiera el pasado 31 de mayo aranceles al acero y al aluminio, reseña RT Actualidad. 

En respuesta, el bloque europeo aprobó por unanimidad por sus Estados miembro, introducir aranceles de importación a productos estadounidenses por valor de 2.800 millones de euros.

Posteriormente, Trump anunció que su país se dispondría a imponer aranceles a los automóviles fabricados en la UE, lo que hizo reaccionar al bloque comunitario, que ha declarado que tomará represalias al respecto.

Vale destacar que a estas acciones también se han sumado países como Canadá, Turquía, la República Popular China y Rusia, al asumir medidas en represalia a la presión comercial estadounidense.