Millones de llamadas telefónicas para sembrar temor, volantes, afiches, spots de televisión, llamados de los medios y tantas técnicas mediáticas más. Una intensa campaña para generar miedo con respecto a la propuesta de Andrés Manuel López Obrador no le bastó a las élites mexicanas para vencerlo. Por el contrario, los dos partidos tradicionales han sufrido la peor derrota de su historia.
Un grupo de observadores electorales, nacionales e internacionales, dio a conocer este lunes sus impresiones acerca de los recientes comicios que se efectuaron en México.
El miedo fue derrotado
A pesar de que se presenciaron “vestigios” de las prácticas de fraude y coacción de votos, la Red Universitaria y Ciudadana por la Democracia celebró la participación ciudadana y el hecho de que las campañas de miedo “ya no funcionan”.
Al presentar su “primera valoración” de las labores de observación, integrantes de la red informaron que se registraron alrededor de 240 incidentes, al menos 20 de gravedad. No osbtante, destacaron que lo más importante fue la “fiesta democrática” que se vivió en los centros electorales.
El académico británico Peter Watt fue uno de los más de 100 observadores internacionales –junto con 200 académicos y ciudadanos mexicanos– que la red desplegó en 24 estados para monitorizar el proceso electoral.
Recalcó que, al llegar a México, los miembros de su delegación “imaginamos que las elecciones iban a ser muy, muy violentas, pero notamos una expresión democrática, una fuerte participación de los ciudadanos”.
“Vimos una celebración cívica inédita, una expresión de la práctica viva de la democracia. Vimos hasta las dos de la madrugada mujeres cuidadosamente contando boletos, firmando actas”, se entusiasmó por su parte la estadunidense Any Shannon.
La campaña sucia contra López Obrador no logró sus efectos
No repetir el pasado
El obispo Miguel Concha Malo, director del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, expresó su “satisfacción” de que AMLO se comprometiera a no repetir los “mecanismos de defraudación de la soberanía popular” y hablara de gobernar “con el pueblo”.
“Esto quiere decir que habrá una participación ciudadana”, expresó, y advirtió: “nuestra tarea no ha terminado, seguiremos vigilando los conteos oficiales de votos”.
El sacerdote y activista Alejandro Solalinde Guerra, en tanto, celebró “la gran sorpresa” de los resultados, la alta participación y la manera pacífica en que se realizó la jornada de ayer.
Solalinde Guerra, quien no escondió su cercanía con AMLO durante la campaña, saludó que el Gobierno federal y los rivales del líder de Morena aceptaron el triunfo del presidente electo.
“Me generaba preocupación ver un pueblo bombardeado por campañas de miedo, por compra de votos”, precisó el sacerdote.
Durante la campaña, añadió, “los poderes fácticos se preocuparon por no perder sus privilegios, pero no se pusieron a pensar en las comunidades indígenas, a los obreros que ganan salarios de hambre”.
René Ramírez, académico ecuatoriano, saludó la “fiesta democrática” de ayer y aseveró que “desde el Sur de América Latina vemos con esperanza el ejemplo de México”.
La doctora Margarita Favela Gavia, subrayó que “es la primera ocasión en que logramos ganar (…), a partir de ahora ya no luchamos contra el gobierno”.
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