Una rinoceronte blanca ha sido asesinada en Sudáfrica para extraerle menos de un centímetro de cuerno, a pesar de que este se le había quitado como medida de seguridad.
El cadáver mutilado de Bella, de 20 años, fue encontrado la semana pasada en el Kragga Kamma Game Park, donde vivía con su cría.
Varios rinocerontes del parque habían sido desceñidos una semana antes, como medida preventiva contra la caza furtiva desenfrenada en Sudáfrica. La cría de Bella, Tank, fue encontrada vagando cerca del cuerpo. Tiene solo 16 meses de edad y aún depende de la leche materna.
«Como todos los dueños de rinocerontes, sabíamos que era simplemente una cuestión de cuándo», dijo Kragga Kamma en una publicación en Facebook el sábado, «[pero] es incomprensible que la maten por solo 1 cm de cuerno».
Sudáfrica es el hogar del 80 por ciento de los rinocerontes del mundo, donde hay una lucha constante contra la caza furtiva ilegal motivada por la gran demanda de cuerno de rinoceronte en Asia. Un kilo de cuerno de rinoceronte en el mercado negro puede llegar a costar hasta US$75.000, lo que lo hace más valioso que la cocaína o el oro.
Los cuernos de rinoceronte no son de marfil o hueso; están hechos de queratina, como las uñas. Cuando se cortan, siguen creciendo a una velocidad aproximada de 10 centímetros por año, razón por la cual muchas reservas de caza eliminan los cuernos de los rinocerontes -en una operación sin dolor- cada dos años, para eliminar la tentación.
Tristemente, esto no es suficiente para disuadir a algunos cazadores furtivos. El número de rinocerontes muertos en reservas de caza ha aumentado exponencialmente en la última década; de 13 en 2007 a más de 1.000 en 2017.
«Se necesita toda la gama de medidas de seguridad; patrullas diurnas y nocturnas, puestos de escucha y observación, vigilancia aérea y redes de informantes», dijo Cathy Dean, directora ejecutiva de la fundación Save the Rhino, en declaraciones al medio The Times.
Los rinocerontes incluso están en riesgo con esas medidas, porque la demanda de cuernos ilegales es lo que impulsa la caza furtiva.
Dentro de Sudáfrica, la venta de cuerno de rinoceronte no es realmente ilegal, después de que la prohibición fuera anulada en 2017, aunque lo es prácticamente en todos lados.
El rinoceronte blanco es el único que no está en peligro, aunque figura como casi amenazado en la lista roja de la UICN. Pero en el siglo XX, estos animales fueron cazados casi hasta la extinción y gracias a los programas de conservación se logró rescatarlos en la década de 1950. Lamentablemente, al ‘rinoceronte blanco del norte’ no le fue tan bien, ya que el último macho murió a principios de este año.
Fuente: IFLScience