Sarkozy quería “civilizar” Internet (de Hadopi al ACTA) y organizó un G-20 para defender lo que llamó un Internet Civilizado. Eric Besson, ministro francés de Asuntos Digitales, lo explicó en una frase: “WikiLeaks no tiene lugar en el Internet civilizado que debemos construir”.
El concepto “Internet Civilizado” de Sarkozy ha generado mucha literatura y no son pocos los que han visto una inspiración colonial en el afán presidencial por civilizar los salvajes territorios de la red y beneficiar a la Gran Industria con sus conquistas.
Sarkozy reconocía, al final de la escapada, que quizás había actuado más como un primer ministro que como un Jefe de Estado. Aunque el papel de gerente del lobby del copyright y de policía de la red lo ha interpretado muy bien. Se acabó la función. El lobby pierde a su mejor hombre en Europa. Au revoir.