«Curiosidades de este Mundial de Fútbol atípico…», indica la nota que rueda, cual balón o pelota de ese popular deporte, por la redes sociales por estos días de emociones mundialistas.
«Francia es el único equipo «africano» que queda en la Copa del Mundo» Rusia 2018, agrega el irónico mensaje antes de dar una lista de 14 nombres, de los 23 jugadores de la selección francesa, que disputa este martes 10 de julio la semifinal del mundial del presente año.
Entre los nombres de los jugadores se señala a Presnel Kimpembe (de origen congoñelo), Samuel Umtiti (Camerún), Paul Pogba (Guinea), Kylian Mbappé (Camerún/Nigeria), Ousmane Dembélé (Senegal/Malí), Corentin Tolisso (Togo) y N’Golo Kanté (Mali)
También mencionan a Blaise Matuidi (Congo/ Angola), Steven Nzonzi y Steve Mandanda (Congo), Adil Rami (Marruecos), Nabil Fekir (Argelia), Djibril Sidibé y Benjamin Mendy (ambos de origen senegalés).
El 78,3% de la selección francesa está conformada por jugadores cuyas familias provienen de países africanos, dato oficializado, así como la estadística que señala: 47,8% de la selección de Inglaterra y Belga, los otros dos países que disputarán este martes y miércoles las semifinales de Rusia 2018, también son inmigrantes africanos en su gran mayoría.
Igualmente el 65,2% de Suiza, 39,1% de Alemania, 30,4% de Portugal y 17,4% de Suecia y España, son en su gran mayoría de África, destacan portales que han publicado la estadística.
Si se comparan las cifras de jugadores inmigrantes de las selecciones europeas y la cantidad de inmigrantes en esos países, la diferencia es cerca de lo abismal en algunos países.
En Francia hay 6,8% de inmigrantes, 9,2% en Inglaterra y 12,1% en Bélgica; 24% en Suiza, 11,3% en Alemania, 10% en España y 8% en Suecia, porcentajes muy por debajo en comparación con sus actuales selecciones de fútbol.
¿Inmigración forzada de futbolistas?
El ex-astro argentino del fútbol, Diego Maradona, en su programa «De la mano del diez» por el canal interestatal Telesur, celebró que más del 70% de los jugadores de Francia y casi el 50% de los belgas e ingleses tuviesen origen africano.
«Pese a que son europeos las selecciones que pasaron a la semifinal del mundial, en tres de las selecciones, la mayoría o casi la mitad de sus jugadores, caso Francia, Inglaterra y Bélgica, son de origen africano», aseveró Maradona.
No obstante, se refirió a la mafias que existen alrededor del fútbol europeo, que «roban» jugadores africanos para nacionalizarlos en países europeos. Muchas veces la necesidad obliga a los jóvenes a optar por esta decisión, dijo.
Un usuario de la red social Twitter, identificado como Il Bohemio, aseveró: «Dígame Francia, puros africanos, no son autóctonos los de Los Campos Elíseos», respondió a la opinión de Maradona reflejada en el Twitter.
Il Bohemio consideró sobre este caso: «Los usan (a los jugadores de origen africano) y seguro no les pagan bien».
Manuel Caballero, otro usuario, aseveró: «¿Por qué algunos han decidido no jugar con su tierra natal? Messi podría haber jugado con España ya que ha estado allí desde pequeño. (Kevin-Prince) Boateng decidió (jugar en el pasado Mundial Brasil 2014) por su país africano (Ghana) y su hermano (Jérôme Agyenim Boateng) por Alemania. Parece que sí deciden».
Las mafias del fútbol, otro aspecto de la polémica
Maradona, en su programa, también aseveró que «la mafia del tráfico de jugadores (en Europa) es terrible. Llegó hasta los niveles que antes no se creía. En equipos grandes se roban jugadores a través de promesas falsas», aseveró.
Ese es el caso del malí Alassane Diakite, que a los 15 años unos «agentes» españoles de fútbol lo engañaron a él y su familia para llevarlo a Europa a cambio de dinero, que sus padres tuvieron que conseguir tras la búsqueda del sueño que tienen decenas de jóvenes y familias africanas con sus hijos.
Esta historia es reflejada en la película «Diamantes Negros» (España, 2013) del director Miguel Alcantud, en el que sus protagonistas (la historia de Alassane Diakite, incluida), huyendo de la pobreza y en la búsqueda del éxito como estrellas del fútbol, fueron separados de su familia y llevados bajo falsas promesas a Europa, donde se vieron involucrados en robo, trafico de drogas y otro delitos para poder sobrevivir.