Alemania y China firman convenios y pactan nuevas inversiones por el orden de los 20.000 millones de euros (alrededor de 25 mil millones de dólares), en respuesta a los aranceles impuestos a ciertos productos por parte de la administración de Donald Trump en Estados Unidos.
La canciller de Alemania, Angela Merkel, y el primer ministro de China, Li Keqiang, suscribieron 22 acuerdos comerciales para subrayar su «compromiso con el multilateralismo en el comercio internacional».
Merkel expresó que ambas partes quieren mantener el sistema de reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), del que dijo “es un sistema multilateral interdependiente que (…) es realmente una situación plurilateral, en la que todos ganamos cuando respetamos a las reglas”.
Por su parte, el líder chino salió en defensa del libre comercio, porque a su juicios aporta “un fuerte papel de liderazgo para ambas partes y para la economía mundial”.
En aplicación de su polémica política comercial, Trump ha establecido aranceles del 25% para importaciones procedentes de China, equivalentes a 50.000 millones de dólares anuales.
El inquilino de la Casa Blanca también ha impuesto aranceles a las importaciones de aluminio y acero de la Unión Europa (UE) y amenazado con hacer lo propio con los automóviles, un señalamiento a Alemania en particular, lo que ha provocado críticas de Merkel, quien la semana pasada alertó a Trump del riesgo de una “guerra” comercial.
Para justificar sus medidas, Trump acusa a la UE de hacer a EE. UU. “tanto daño como China” en el ámbito comercial. En respuesta, tanto Pekín como la Europa han impuesto aranceles adicionales a ciertos productos estadounidenses, lo que ha dado pie a una guerra arancelaria a gran escala.
El Gobierno de China busca formar una alianza comercial con la Unión Europea para neutralizar la guerra arancelaria impuesta por EE.UU.
Varios altos cargos chinos, entre ellos, el viceprimer ministro, Liu He, y el canciller, Wang Yi, han mantenido una serie de reuniones con los europeos en Bruselas (Bélgica), Berlín (capital alemana) y Pekín (capital china) a fin de proponer una alianza China-Europa y ofrecer una apertura del mercado chino ante las políticas comerciales de Donald Trump contra el gigante asiático, reseñó la agencia Reuters.