Este 21 de julio, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, estará de visita en Buenos Aires. Su arribo genera repudio y resquemores de muchos sectores que rechazan el acuerdo suscrito entre el FMI y el gobierno de Mauricio Macri.
En Argentina, el FMI es sinónimo de ajuste, austeridad, hambre y de estallidos sociales. Este lunes, representantes de sectores políticos, intelectuales, culturales, estudiantiles y sindicales firmaron una carta manifiesto a la titular del Fondo, para advertirle que serán corresponsables de las consecuencias que traiga el acuerdo y el endeudamiento ilegal para el país.
Acuerdo debe pasar por el Congreso
En la carta enviada por la oposición argentina a Lagarde se alerta que, de acuerdo con los incisos 4 y 7 del Artículo 75 de la Constitución Nacional, corresponde al Congreso “contraer empréstitos sobre el crédito de la Nación” y “arreglar el pago de la deuda interior y exterior».
Además, subrayaron que el préstamo acordado se está utilizando para facilitar la fuga de capitales. En otro tramo de la nota, la oposición hace corresponsable de las consecuencias del ajuste que implica la firma del acuerdo al Directorio del organismo.
Rechazo en nombre de la sociedad argentina
«El propósito de la comunicación es informarle que dicho acuerdo es rechazado por la mayoría de la sociedad argentina, la oposición política con representación parlamentaria mayoritaria y casi la totalidad de las organizaciones sociales y políticas del país. Es decir, a excepción del Gobierno, no hay quien apoye este acuerdo», señalan en la carta.
Recordaron también que el propio Macri, «tanto en su campaña electoral como en el ejercicio de su cargo, se comprometió explícitamente a no solicitar ningún préstamo ni firmar un acuerdo con el FMI».
Uso indebido de recursos
En la comunicación también se denuncia que el uso de los fondos «contradice claramente, no sólo la búsqueda del desarrollo humano integral en la Argentina, sino los preceptos y objetivos del FMI». Añaden: «Basta para comprenderlo un ejemplo: diariamente se están rifando entre 100 y 150 millones de dólares del empréstito, mediante el cuestionable mecanismo de subastas, al que sólo acceden empresas financieras cartelizadas que compran dólares y luego provocan su alza para aumentar su rentabilidad. Los antecedentes de esta conducta son notorios y no debieron pasar desapercibidos al Organismo».
Mencionan que desde que asumió el Presidente Macri, en 32 meses, la deuda pública aumentó en términos netos en más de 80.000 millones de dólares, a través de la colocación de emisiones equivalentes a más de 224.000 millones, de los cuales 140.400 millones fueron en moneda extranjera con privados.
El peso de la deuda sobre el PIB de Argentina pasó del 41% en 2015 a representar el 69,8%, según reconoció el Secretario de Finanzas ante el Congreso de la Nación el pasado 2 de julio. Es decir, pusieron al país en una situación de alto riesgo, según sostiene el propio FMI al evaluar los márgenes prudentes para esta relación. De este modo, bajo la presidencia de Macri, Argentina ha sido el país de mayor emisión de deuda en el mundo en el año y, éste, el gobierno que más títulos emitió en nuestra historia.
La crisis social argentina
«Queremos, además, alertar al Directorio sobre la explosiva situación social que vive la Argentina y que seguramente se agravará a medida que se apliquen las medidas pactadas. Buscar el equilibrio fiscal ajustando el gasto social conduce al debilitamiento del mercado interno con dinámica de círculo vicioso», advierten las organizaciones políticas y sociales a Lagarde.
Denuncian así mismo, que las tan publicitadas «salvaguardas» que establece el Acuerdo, aplicables «en caso de que las condiciones sociales empeoren», parecen una burla a quienes hoy ya ven peligrar sus haberes jubilatorios, salarios, empleos o directamente sufren hambre. Si se distribuyera la suma establecida como «salvaguarda» entre los 13 millones de pobres durante los 6 meses que restan a 2018, son 6 dólares mensuales que alcanzan para consumir menos de dos kilos de pan per cápita al mes, en un contexto de alza generalizada de precios que afecta particularmente los alimentos, el trasporte público y los servicios esenciales. Es evidente que nada de ello permitirá atenuar una catástrofe anunciada.
Los firmantes
Entre los firmantes de la carta abierta, se encuentran Adolfo Pérez Esquivel, Héctor Daer, Axel Kiciloff, Juan Carlos Schmid, Pablo Moyano, Hugo Yasky, Pablo Micheli, Emilio Pérsico, Juan Grabois, y Felipe Solá, Máximo Kirchner, Agustín Rossi y Victoria Donda.
También firman el manifiesto organizaciones de defensa de los pueblos originarios, centros de estudiantes y movimientos estudiantiles. Lo suscriben un importante número de diputados nacionales y provinciales.
La carta es también respaldada por Juan Castelucci (Rector de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur); Gabriela Dicker (Rectora de la Universidad de Gral. Sarmiento); Ana Jaramillo (Rectora de la UN de Lanus). Y además, por destacados artistas, entre ellos: Mempo Giardinelli (escritor); Gabriela Moyano (Actriz); Marina Olmi (Artista plástica/Actriz); la cantante Liliana Herrero; Darío Grandinetti; y el trovador Ignacio Copani.