En el desierto negro del noreste de Jordania, un grupo de arqueólogos ha descubierto lo que parece ser la evidencia más antigua de cocina sofisticada, que además cambiaría lo que sabemos sobre la evolución de este arte.
En su publicación en Proceedings of the National Academy of Sciences, un trío de universidades internacionales dice que los restos de pan carbonizados, encontrados en dos chimeneas prehistóricas, indican que los humanos ya cocinaban y comían pan hace 14.400 años, al menos 4.000 años antes de lo que se creía.
Una teoría de larga data sugiere que los humanos comenzaron a cocinar productos de pan después de domesticar y cultivar el grano. Sin embargo, este nuevo hallazgo apunta a que el proceso habría sido a la inversa: la panificación podría haber alentado a los humanos de entonces, los cazadores-recolectores de Natufian, hacia el cultivo de sus propios cereales.
«Los cazadores-recolectores natufianos son de particular interés para nosotros porque vivieron un período de transición cuando la gente se volvió más sedentaria y su dieta comenzó a cambiar», dijo Tobias Richter, quien dirigió las excavaciones. Los investigadores dicen que los restos carbonizados se volvieron a encontrar en otros sitios de Natufian junto a herramientas y cuchillas, lo que confirma las teorías de que en ese tiempo las personas comenzaron a utilizar las plantas de maneras diferentes, posiblemente más efectivas.
Después de tamizar las migas de pan de los sedimentos encontrados en el sitio, los investigadores analizaron las muestras utilizando un haz de alta potencia que puede generar textura superficial y composiciones químicas, un proceso llamado microscopía electrónica de barrido (SEM). Estos escaneos fueron contrastados con los criterios establecidos para identificar específicamente el pan plano, la masa y la papilla, que se encuentran en todo el registro arqueológico.
Es difícil determinar por qué los humanos primitivos estaban haciendo pan en este período, pero los científicos señalan que podría haber sido una forma de abastecerse de alimentos ligeros, nutritivos y transportables. O bien podría haber tenido un significado mucho más simbólico.
«El [pan es el resultado de] un procesamiento intensivo de mano de obra, que incluye descascarar, moler los cereales, amasar y hornear», dijo el profesor Dorian Fuller del University College London. «Que se haya producido antes de los métodos de cultivo sugiere que se lo consideró especial. Probablemente, el deseo de obtener más de este alimento especial contribuyó a la decisión de comenzar a cultivar cereales», añade.
Con los fondos otorgados a través del Consejo Danés para la Investigación Independiente, los investigadores evaluarán si la producción y el consumo de pan influyeron en la domesticación y el cultivo de los cereales para obtener grano y harinas. También comprenderán mejor cómo era la relación de nuestros ancestros con los alimentos, esperando aprender, entre otras cosas, por qué ciertos ingredientes fueron elegidos sobre otros.
Fuente: IFLScience