El presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de la República Bolivariana de Venezuela, magistrado Maikel Moreno, se encuentra presente en La Haya, Reino de los Países Bajos, donde participa en los actos conmemorativos con motivo del 20º Aniversario de la Aprobación del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (CPI), en el marco de la política de fortalecimiento de relaciones con los Poderes Judiciales del resto del mundo.
Atendiendo a la invitación hecha por el presidente de la CPI, S.E. juez Chile Eboe-Osuji, en conjunto con la Asamblea de los Estados Partes, la Máxima Autoridad Judicial venezolana, acompañado del vicepresidente de la Sala Político Administrativa del TSJ e inspector general de Tribunales, magistrado Marco Antonio Medina Salas, y la embajadora de Venezuela ante la CPI y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), Dra. Haifa Aissami, participó en una serie de actividades, entre ellas, presenció la realización de un simulacro de juicio.
Dicho simulacro se desarrolló en la Corte Suprema de los Países Bajos, en el cual se abordaron con fines educativos todas las etapas del juicio, así como lo relativo a los crímenes de guerra y el derecho penal internacional. Estuvieron presentes autoridades y delegaciones de alto nivel en el ámbito judicial internacional.
Durante la jornada el magistrado Maikel Moreno, además de agradecer la invitación realizada, destacó la importancia de conmemorar tan importante aniversario, en especial para los países que suscriben el Estatuto de Roma.
“Hace 20 años nuestros países suscribieron este importante documento que dio soporte a la nueva justicia internacional, con la esperanza de sustentar una justicia efectiva, capaz no solo de sancionar a los responsables de los crímenes más atroces, sino de establecer una instancia permanente que contribuya a prevenir que actos indeseables como las atrocidades ocurridas en la Segunda Guerra Mundial se repitan”, manifestó el Presidente del Máximo Tribunal venezolano.
Recordó además que Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación: la vida, la justicia, la libertad, la igualdad, la solidaridad, la responsabilidad social, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político.
“Venezuela es un Estado amante de la paz y su Poder Judicial está comprometido en resguardarla a través de la aplicación imparcial de la ley, el control constitucional de los asuntos sometidos a su competencia, al igual que la debida marcha del Estado y sus instituciones”, señaló el magistrado Maikel Moreno.
Finalmente, el Presidente del Alto Juzgado venezolano indicó que uno de los retos más relevantes es mantener una constante sinergia con la Corte Penal Internacional, en la búsqueda de una justicia imparcial y efectiva. “El Tribunal Supremo de Justicia se complace en extender su buena voluntad, para seguir fomentando una adecuada y respetuosa relación, basada en el intercambio académico y de experiencias, así como de información veraz y oportuna para continuar nuestro amplio espíritu de cooperación”.