Los niños migrantes que Trump lleva a juicio sin abogados

El absurdo parece no tener límites en el comportamiento de las autoridades estadounidenses. Familias de migrantes separadas, menores que no saben dónde localizar para poder reunificarlos con sus padres y hasta niños de tan sólo 5 años llevados a juicio, sin abogados, y obligados a ejercer su propia defensa. Es el «paraíso» de Trump.

Desde hace varios días circulan por el mundo las imágenes de menores, entre los que hay alguno de únicamente tres años de edad, acudiendo solos a los juzgados sin siquiera saber qué es un abogado.

¿Sabes lo que es un abogado?

”¿Sabes lo que es un abogado?”, pregunta el juez. “No sé”, responde un niño sentado en una silla y cuyos pies no tocan ni el suelo. “¿Tienes abogado?”. “No”. Estas son las dos preguntas con las que el juez de inmigración William Snouffer comienza cuando tiene delante a un niño migrante. Las negativas son las dos respuestas que dan un niño y una niña de menos de cinco años que miran al juez con una mezcla de incomprensión y miedo. Como si de un juego macabro se tratara, como si estuvieran delante de una función que ellos no conocen, mientras esperan que llegue el momento del susto.

”Hace poco estábamos representando a un niño de tres años que había estado separado de sus padres. El niño, en medio de la audiencia, comenzó a trepar a la mesa», dijo Lindsay Toczylowski, directora ejecutiva del Inmigrant Defender Law en unas declaraciones recogidas por The Independent. “Realmente es un ejemplo de lo absurdo de lo que estamos haciendo con estos niños”.

El Gobierno de la Casa Blanca admitió que cerca de 2.000 jóvenes fueron separados de sus familias desde abril, cuando la administración Trump comenzó a acusar criminalmente a todos los inmigrantes que cruzaron la frontera ilegalmente, lo que provocó la ruptura de las familias.

Como resultado de la nueva política de “tolerancia cero” de Trump, los menores enfrentan procesos de inmigración sin sus padres junto a ellos. “El padre puede ser el único que sabe por qué huyeron del país de origen, y el niño está en una posición desventajosa para defenderse”, lamenta Toczylowski.