Los aromatizantes de cigarrillos electrónicos pueden dañar los vasos sanguíneos y el corazón según en estudio de investigadores de la revista Arteriosclerosis, Trombosis y Biología Vascular de la Universidad de Bostón difundido por Reuters.
Los endulzantes como el clavo o la vainilla, aunque no contienen nicotina, pueden generar daños irreversibles al sistema cardíaco. Los investigadores realizaron un pequeño examen en el que analizaron lo que sucedió en las pruebas de laboratorio cuando expusieron las células endoteliales (que recubren las arterias y las venas, así como dentro del corazón) a los sabores populares de e-cigarrillos (cigarrillos electrónicos).
«Se probaron diferentes dosis y concentraciones de 9 sabores químicos populares, incluyendo canela, plátano, clavo de olor, mantequilla, menta, eucalipto, vainilla y fresa y cuando se fuma en altas concentraciones, los 9 sabores dañan las células del corazón», refiere el informe.
De los 9 sabores, 5 disminuyen la producción de óxido nítrico, una molécula que inhibe la inflamación y la coagulación y también ayuda a los vasos sanguíneos a ampliarse en respuesta a un mayor flujo de sangre. Estos 5 sabores eran menta, clavo de olor, vainilla, canela y quemado.
Según la autora principal, Jessica Fetterman, de la Facultad de Medicina de la referida casa de estudios, la pérdida de óxido nítrico se ha asociado con enfermedades del corazón e incluso puede provocar ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. El estudio sugiere que los aditivos saborizantes pueden causar lesiones cardiovasculares por sí solos, en las ausencias de otros productos de combustión.
Se descubrió que incluso antes de que los participantes estuvieran expuestos a sabores químicos; las células de los fumadores de tabaco ya habían reducido la capacidad de producir óxido nítrico. Se encontró que estos organismos de los no fumadores tenían una producción deteriorada de óxido nítrico después de que estuvieron expuestas a los aromatizantes químicos.
Sin embargo, hay varias limitaciones del estudio. Aparte de su pequeño tamaño, esta investigación no fue un experimento controlado que podría decir cómo los aromatizantes químicos pueden causar daño a los vasos sanguíneos o provocar problemas cardíacos.