Estados Unidos no otorga el perdón una vez haya sentenciado la pena de muerte para los condenados. Este martes en el estado de Texas ejecutaron a un hombre por homicidio, pese al pedido de clemencia formulado por el hijo de su víctima.
Christopher Young fue declarado muerto a las 6H38 horal local (23H38 GMT), informó el departamento de Justicia Criminal del estado sureño.
Mitesh Patel, hijo de la víctima, había emprendido una campaña en las últimas semanas para pedir al gobernador de Texas que perdonase la vida a Young, padre de tres hijos.
Patel visitó el lunes al condenado y luego dijo que el encuentro fue conmovedor para ambos.
Las últimas palabras de Young fueron para la familia de su víctima: «Quiero asegurar que la familia Patel sabe que los amo como ellos me aman a mí».
En noviembre de 2004 y bajo la influencia de alcohol y narcóticos, Young disparó contra Hasmukh Patel, de 50 años y gerente de un supermercado de San Diego. También fue condenado por ataque sexual a una mujer ese mismo día, reseña AFP.
Young, exmiembro de una pandilla violenta, aseguró que no tuvo la intención de quitarle la vida a Hasmukh Patel. Una cámara de seguridad registró el asesinato.
Por su parte, una de las hijas de Christopher Young, suplicó a las autoridades tejanas que no ejecutasen a su padre pero la comisión encargada de otorgar medidas de gracia descartó el pedido.
Texas es el territorio de Estados Unidos donde se aplican este tipo de medidas a más condenados. Desde principios de año, siete convictos han muerto por sentencias judiciales.