El informe “El asbesto: una tarea pendiente”, elaborado por la historiadora Daniela Machtig para el Movimiento Unidos Contra el Asbesto (UCA), reveló las cifras que existen a nivel nacional en torno a la remoción del asbesto en las quince regiones del país, dando cuenta que la mayoría de las SEREMIS de Salud solo comenzaron a registrar los trámites de retiro sólo hace ocho años, aun cuando el control de manejo de asbesto comenzó a regir oficialmente desde el año 2001.
El asbesto es un material utilizado en décadas anteriores en la construcción de viviendas en nuestro país, a pesar de ser causante de enfermedades como asbestosis, mesotelioma pleural y diversos tipos de cáncer entre quienes se han visto expuestos a inhalar sus fibras microscópicas.
Es así como, desde el año 2001 a la fecha, el mayor número de trámites ingresados a las SEREMIS de Salud regionales corresponde a la Región Metropolitana –con 3.702 trámites solicitados, de los cuales 611 fueron rechazados–, sin embargo, la información también da cuenta que en la Región de la Araucanía no existe ningún registro por trabajos para retiro de material con asbesto.
El estudio demostró la casi inexistente preocupación por parte del Estado para la correcta remoción del material, pese a que el Censo del año 2002 estableció que un 42,2 por ciento de las casas en Chile están construidas con plancha tipo Pizarreño mezcladas con cemento-asbesto en su techumbre. Es así como el informe sostiene que “no existe un documento oficial que proyecte la erradicación del material en la generalidad de las construcciones. El Estado no ha desarrollado ningún mecanismo jurídico para prevenir latentes focos de contaminación”.
Para el vocero de UCA, Adrián Prieto, “las cifras revelan lo que nosotros hemos venido planteando hace bastante tiempo en cuanto a la invisibilización del problema, la despreocupación y la negligencia del Estado en cuanto a la contaminación con asbesto y en la cotidianidad de la presencia del mineral en la vida de la gente”.
Por su parte, la investigadora a cargo del estudio, Daniela Machtig, sostuvo que “el asbesto es efectivamente una tarea pendiente” ya que “han pasado 16 años desde su prohibición”. Para la investigadora el tema preocupa además por “la estructura del Estado, de las instituciones, del modelo, en términos de subvenciones y las postulaciones que tiene que hacer la gente que tiene la intención de retirar el asbesto de sus casas”.
Además, Machtig cuestionó que sean los particulares quienes se encarguen de las labores de remoción debido a la falta de políticas actuales. “No existe algo que facilite que la gente pueda retirar el asbesto de sus casas, y eso en caso de que la gente se informe porque, además, la gente ni siquiera solicita esas subvenciones, porque no ha habido ninguna campaña masiva de información respecto al asbesto”.
En cuanto a las inquietudes de la ciudadanía, Prieto sostuvo que es necesario posicionar el tema de la remoción de asbesto a nivel país e hizo un llamado a la población a identificar, en primer lugar, el mineral en las casas.
Por lo mismo hizo un llamado a la población a buscar información y orientación en los canales de UCA, “haciéndonos las preguntas que estimen convenientes”. En segundo lugar, agregó Prieto, “existen los protocolos que nos indican que debemos contratar a empresas que se dediquen, primero a la identificación y luego a la remoción, si es que es necesario, de aquellas estructuras que tienen asbesto”.
El documento pretende realizar un llamado de atención a las autoridades y a la ciudadanía en su conjunto. Además, propone la urgente necesidad de discutir qué se hace con aquello construido con asbesto. De esta forma, el Movimiento UCA, califica como un avance la prohibición del mineral, aún existen muchos otros temas pendientes para regular este tema.