Este miércoles, el machi Celestino Córdova anunció que el próximo lunes iniciará una huelga de hambre seca, en protesta por la nula respuesta del Gobierno a su solicitud de salir a renovar su rewe (sitio espiritual) por un período de 48 horas, petición que además está respaldada por varios acuerdos y tratados internacionales suscritos por Chile, como el Convenio 169 de la OIT, el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, y la propia Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Así, la autoridad mapuche confirma la radicalización de su medida de presión, que se ha extendido por 49 días, por segunda vez, pues recordemos que anteriormente, estuvo 102 días sin ingerir alimentos.
Al respecto, la vocera de Celestino Córdova, Gabriela Calfucoy, dijo a radio Bío Bío que si bien respalda su decisión, le preocupa su condición física: «Está muy grave, tiene múltiples dolencias, sus riñones ya no dan para más, está orinando sangre, está teniendo vómitos y diarrea. Ya no aguanta más», dijo Calfucoy a la emisora.
En ese sentido, desde la vocería del machi anunciaron una marcha para el próximo lunes en el centro de Temuco, en apoyo al inicio del ayuno seco de Celestino Córdova, movilización que se iniciará a las 10:00 horas.
El caso del machi Celestino: ¿Otro montaje?
No hay que olvidar que el machi Celestino Córdova ha manifestado en numerosas oportunidades que fue víctima de un montaje perpetrado por la Unidad de Inteligencia de Servicios Especiales de Carabineros, la misma que la Fiscalía Nacional acusó recientemente de cometer un montaje en la llamada “Operación Huracán”.
A principios de este año, su abogado, Jorge Guzmán, en conversación con el portal Resumen, declaró sobre este punto que «la diferencia es que en la última situación (Huracán), los comuneros imputados fueron sobreseídos y el Ministerio Público revirtió su acusación, ésta vez, sobre la Unidad de Inteligencia de Servicios Especiales de Carabineros. Celestino no tuvo esa suerte».
“Posterior al juicio de 2013, Celestino declaró ante el Ministerio Público, ante la prensa y mediante comunicados a título personal, su versión de los hechos. ¿Y cuál es su versión? Que él, debido a situaciones accidentales y contingentes, se encontraba cerca del lugar de los acontecimientos por los que fue acusado con las penas del infierno. Celestino era vecino de la zona y en esos momentos estaba realizando actividades tradicionales propias de su condición de Machi del pueblo mapuche, en las proximidades del cerro Rahue y los esteros cercanos. En ese contexto, los carabineros estaban persiguiendo a quienes habían cometido el incendio mientras que a Celestino le impactó una bala loca que permitió su detención por los uniformados”, explicó el abogado del machi.
“En verdad fue una situación azarosa y desafortunada. Se trata de un hombre inocente que en ese instante se hallaba en el peor lugar posible”, añadió Guzmán.
-¿Dónde le impactó la bala?
“En el tórax. De acuerdo a los informes médicos, no padeció heridas de gravedad. Y es una bala que tiene bastante significancia. A Celestino se le efectuaron los análisis de su herida y las características de la bala que lo atravesó. Era una bala que estaba recubierta con un material cúprico, de cobre. Posteriormente, en el juicio, se analizaron las balas de quien habría sido el victimario, en este caso, el señor Werner Luchsinger. Él se habría defendido del ataque incendiario a balazos. Pero ocurrió que Luchsinger solo tenía balas de material niquelado, y no de cobre. Entonces allí surgió la cuestión ilógica de cómo una persona que usó un proyectil de tipo “A”, alcanzó el tórax de Celestino con una bala de tipo “Z”. Esta duda esencial jamás se dilucidó durante el juicio.”
-¿Y cómo se sorteó una evidencia tamaña?
“Las circunstancias legales y la técnica jurídica permitieron que esa duda estratégica fuera soslayada por los tribunales a través de la sospecha. En concreto, la justicia reconoció que la bala no concordaba con la recibida por Celestino, pero argumentó que ‘acaso hubiera ocurrido que el señor Luchsinger tuviera otras balas’, que no se encontraron y que jamás se conocieron, pero que, según tribunales, pudieron haber producido el impacto. O sea, mera especulación. Con el tiempo y una suma de denuncias y procesos judiciales, esa hipótesis se ha ido desmintiendo por la propia realidad. Según los propios hijos del señor Luchsinger, él nunca tuvo otro tipo de balas que las niqueladas, jamás de cobre. ¿Cómo se arguye entonces que Celestino recibió un balazo de Luchsinger si el material del proyectil no coincide en lo absoluto?”
-¿Y qué hay respecto del calibre del proyectil?
“La Fiscalía tampoco pudo determinar jamás el calibre del proyectil. Hizo un aproximado de un calibre 7,75; sin embargo, también podría haber sido un calibre 9, u otro calibre. El aproximado se calculó por la herida que sufrió Celestino, pero sin más pruebas que una interpretación antojadiza de la Fiscalía. En buenas cuentas, el hecho primordial que sustenta la causa en contra del Machi está basado en meras elucubraciones”, concluyó el abogado en la entrevista con Resumen.