Chañaral, conocido mundialmente por las estratosféricas 350 millones de toneladas de desechos de relaves arrojados directamente al mar, la convierten en un vertedero minero que aumenta sin límites, sepultando la variada y diversa fauna que existió gracias a las condiciones especiales que poseía la bahía, hoy se ve nuevamente amenazada por las desproporcionadas extracciones pesqueras industriales que dejan al pescador artesanal chañaralino en condiciones económicas precarias a causa de los bélicos empresarios y todo su aparataje. Algunos justifican esta nueva masacre ambiental con la entrega de puestos de empleos, pero nada de esto es cierto, entre un paralelo sobre empleo, sustentabilidad y equidad, el primer criterio es descartado, la empresa que intento procesar, quebró. Todo esto es lamentable para Chañaral y su gente, en épocas pasadas la playa era una gran área de recursos gracias a una corriente marina que abastecía con nutrientes a toda la bahía haciéndola rica y variada, constituyéndola en los años 40 como una de las zonas mas ricas en fauna marina del norte de Chile, hoy es la mas contaminada del planeta.
Los 50 años de utilizar la bahía de Chañaral como vertedero dejaron su huella, las consecuencias son irreparables, tanto así, que a finales de los 90 la playa estaba recogida en una distancia imposible de imaginar en la mitad del siglo y de la fauna ni hablar, simplemente emigro o murió sepultada. Continuando con el desastre, desde lo lejos se aprecia una tóxica capa de sedimentos sobre la bahía, que producto de la oxidación irónicamente produce un color verde como queriendo compensar la flora perdida. Sumado a esto, las consecuencias ambientales son de largo plazo y precisamente los que dependen del mar son los principales afectados, diariamente observan como la irracionalidad ambiental y el desequilibrio ecológico golpea sus bolsillos, llegando a los limites de hacer desaparecer un sector que trae bajo el brazo una gran historia y una cultura milenaria.
La historia de Chañaral no deja de ser una de las peores, con un 32% de pobreza y 12% de indigencia, hoy esta sometida a la extracción industrial, específicamente peces, todo por parte de la flota industrial que acogidos a las irrisorias reglas hacen de Chañaral y sus pescadores artesanales lucro, beneficiando solo a “algunos” y del resto ni hablar. Desde la IV Región al norte, la ley autoriza a las empresas industriales a trabajar en las cinco millas como en mares abiertos. En la III Región, la flota pesquera industrial de Anacleto Angelini posee casi el 80% de las cuotas y en el caso de Chañaral estos ya están instalados, incluso extrayendo en territorios marinos frente al Parque Nacional Pan de Azúcar.
Por Jaime Varas Esquivel